Aída Nizar, embargada

En el tablón de avisos de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana, consta que Nizar adeuda un total de 1.618,35 euros derivados de la tasación de las costas de dicho recurso, que ya fue desestimado por el mismo tribunal, y advierte de que le da un plazo de diez días para que satisfaga su pago bajo la amenaza de proceder contra ella a la "exacción por la vía de apremio", es decir, por la vía del embargo.

En diciembre de y, en cambio, absolvió a éste de un delito de lesiones que le imputaban el Ministerio Fiscal y la acusación particular al no considerar probado que las lesiones sufridas por Nizar, la perforación del tímpano izquierdo y la fractura de los huesos propios de la nariz, se hubiera producido durante los hechos. 2008, el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid acordó condenar a la ex gran hermana

El incidente entre ambos, se produjo en la calle Juan de Juni cuando, según el fiscal, la polémica ex gran hermana que compartieron banquillo, por motivos no aclarados, en el transcurso de la cual ambos se propinaron mutuamente bofetadas.

Al lugar acudió una patrulla de la Polica Municipal, que observó cómo la ex concursante y contertulia de televisión tenía cogido por el cuello al joven y le golpeó por dos veces con la mano abierta, tras lo cual los agentes separaron a ambos contendientes, sin poder evitar que una vez más ella le abofeteara al tiempo que le llamaba "niñato de mierda".

Los policías comprobaron igualmente que el joven presentaba inflamación de la parte derecha de la cara, sangre dentro de la boca y el jersey rasgado, mientras que ella tenía una uña rota parcialmente.

La versión de Aída Nizar es que el incidente se produjo cuando comenzó a ser seguida por el Paseo de Zorrilla de la capital por un grupo de jóvenes que le dirigió insultos del tipo "puta lesbiana" o "no tienes tantos cojones como en televisión, cobarde" a la vez que le realizaban fotos con sus teléfonos móviles.

Ante la situación planteada, Nizar asegura que optó por entrar en una perfumería, a la espera de que se calmaran los ánimos y el grupo que la perseguía dejara de acosarla y se marchara. Pasados unos minutos abandonó el establecimiento y se dirigió hacia su casa, en la calle Recoletas, cuando a la altura de Juan de Juni se topó nuevamente con el grupo de jóvenes, uno de ellos, según mantuvo la ex gran hermana