F (T) = B+P (1/10T+1/2T2)

Jade Goody, que saltó a la fama después de participar en el 'Gran hermano' británico.mediaset.es

¿Qué es lo que hace que alguien sea famoso? Y una vez que lo consigue, ¿cómo logra mantener la atención del público?

El directivo de relaciones públicas Mark Borkowski, que representa a decenas de estrellas, tiene la respuesta. Después de un exhaustivo estudio de personajes famosos, ha llegado a establecer una fórmula que explica en su libro The Fame Formula: How Hollywood's Fixers, Fakers and Star Makers Created the Celebrity Industry.

Borkowski no es un novato en este oficio, ya que ha representado a Pavarotti, Michael Jackson y Van Morrison.

Cuando los productores de televisión necesitan que alguien comente la última ocurrencia de Britney Spears, el veraneo de los famosos o las innovaciones en los realities, llaman a Borkowski.

Según su teoría, cualquier "impulso" que lanza a la fama a una persona dura aproximadamente un máximo de 15 meses, y a partir de entonces, la popularidad cae en picado.

Para validar su hipótesis, Borkowski analizó las noticias en prensa y televisión de más de cincuenta famosos, tales como Paris Hilton, Nicole Kidman, Mel Gibson y Angelina Jolie, y también marcas como Red Bull, Heineken y Adidas.

También aborda casos menos conocidos en España, como el Jade Goody, una auxiliar de enfermería que entró en el Gran Hermano 3

Después de su paso por el concurso, se convirtió en la ex concursante de reality

En 2006 participó en Gran Hermano VIP y contra la que profirió insultos racistas. protagonizó un vergonzoso enfrentamiento con la estrella de Bollywood Shilpa Shetty,

Las estrellas son marcas que tienen fecha de caducidad. La fórmula de la fama que plantea Borkowski para explicar el descenso gradual de la fama no es sencilla: F (T) = B+P (1/10T+1/2T2).

1 F es el nivel de fama.

T es el tiempo, medido en intervalos de tres meses.

B es un nivel básico de fama que se cuantifica mediante el análisis de la media de fama previa al pico de fama. Para personajes como Hugh Laurie, el actor que interpreta a el nivel básico sería elevado, mientras que para un participante en Operación Triunfo sería igual a cero. House ,

P es el incremento de fama sobre el nivel básico, que sitúa al personaje firmemente ante la opinión pública.

A continuación, el incremento de fama se multiplica por el resultado de la suma de dos variables en función del periodo de tiempo. Si se mide el descenso de la fama del personaje durante 15 meses, T equivale a 5 (5 intervalos de 3 meses), por lo que el resultado sería: F=B+ P (0.02+0.05, es decir 0.07).

El resultado indica que al cabo de un período de 15 meses, el personaje perdería hasta el 93% del nivel de fama adquirido.

En la era audiovisual, la fama se basa en el talento extraordinario de una persona, aunque éste se limite a una cara fotogénica o a un cuerpo de impresionantes proporciones.

Sin embargo, el nivel de fama ha de mantenerse y actualizarse, mediante golpes de efecto que vuelvan a dar ímpetu a la trayectoria del personaje. Sin esos golpes de efecto, el personaje pronto desaparece de la memoria colectiva.

"Se ha producido un devaluación del auténtico talento por el más frívolo", dice Borkowski, "porque ahora los famosos surgen como setas, de un día para otro". ¿Quién recuerda a los concursantes de tantos realities, más allá de su paso por el programa?

2 Tuvieron su momento de gloria en la pequeña pantalla, los "quince minutos de fama" de los que hablaba Andy Warhol, y después desaparecieron como una burbuja, a menos que lograran afianzarse en la memoria colectiva por alguna otra razón además de su vida en la pantalla.

Según Borkowski, Madonna es un ejemplo perfecto de estrella que trabaja a fondo la fórmula de la fama . Desde sus comienzos como una alocada joven cantante en los ochenta, Madonna se ha movido en ciclos de atención mediática para reinventar su imagen, ya sea desde la polémica en sus actuaciones, participando en películas, adoptando niños, escribiendo libros infantiles o entrando en la realeza con su último matrimonio.

Cada innovación, conscientemente fabricada, le ha permitido incrementar su presencia mediática y mantener su nivel de fama durante más de dos décadas.

Internet está provocando que la distancia entre las estrellas y el público sea cada vez menor, por lo que el fundamento de la fama tradicional, basada en el cine y los medios de masas, se tambalea.

La gente quiere un tratamiento personalizado, desea incorporar a sus famosos favoritos a las propias experiencias y narrativas.

Borkowski afirma que los personajes populares han de adaptarse a las nuevas herramientas: crear blogs y páginas personales, potenciar el contacto por SMS, Facebook y YouTube, comunicando su persona a través de las redes sociales.