Bruselas alerta sobre el retraso de España en la adaptación de la normativa audiovisual

La Comisión Europea avisa de que España y otros cinco países -Dinamarca, Alemania, Italia, Eslovenia y Eslovaquia- acumulan mucho retraso en el proceso de introducir en sus respectivas legislaciones nacionales la nueva norma de la UE sobre televisión y servicios audiovisuales y corren el riesgo de incumplir los plazos previstos, que vencen a finales de 2009.

Así se pronunció la Comisión en un comunicado un año después de la entrada en vigor de una nueva directiva europea para liberalizar la reglamentación del sector audiovisual, que pretende suprimir las "restricciones caducas y burocráticas" para la prestación de estos servicios en internet, el vídeo a la carta y la televisión móvil.

El Ejecutivo comunitario expresó su "preocupación" por el hecho de que estos seis Estados miembros ni siquiera hayan iniciado las consultas públicas previas a la elaboración del proyecto de ley.

"La Comisión pide a estos países que tomen todas las medidas para celebrar consultas públicas nacionales y apliquen las reglas europeas lo antes posible para no incumplir el plazo de finales del año que viene", dijo el portavoz de Sociedad de la Información, Martin Selmayr.

Hasta ahora, sólo Rumania ha traspuesto la directiva sobre servicios audiovisuales a su legislación nacional. Bélgica, República Checa, Finlandia, Irlanda, Letonia, Países Bajos y Portugal ya tienen listos sus respectivos proyectos normativos para remitirlos a sus parlamentos.

Luxemburgo ya ha traspuesto algunas disposiciones de la directiva, especialmente las referidas a la publicidad. Austria lo hará en enero. Francia prevé adoptar su ley a principios del año que viene.

La nueva directiva suprime la regla que imponía un periodo de 20 minutos entre cada pausa publicitaria, aunque mantiene el límite máximo de 12 minutos de anuncios por hora.

Además, autoriza la colocación de productos en todos los programas salvo en los informativos, los documentales y las emisiones para niños. El Ejecutivo comunitario asegura que las nuevas normas facilitarán a los productores y proveedores de televisión el acceso a la financiación a través de nuevas formas de publicidad, como la "pantalla dividida".