El Duque debía morir

El Duque debía morir. Así lo decidieron los responsables de Telecinco ante el desenlace de la segunda temporada de Sin tetas no hay paraíso. Se habían grabado dos finales distintos. El que permitía a las duquesitas seguir soñando (el corazón todo lo puede) y el que hace pagar al protagonista por todo el mal que ha causado capítulo a capítulo.

Y éste es el que finalmente se ha emitido. Por sendas rLas dos justificaciones tienen indiscutibles referentes cinematográficos. azones que explica alguien con voz en la mesa donde se dictó la sentencia de muerte.

Por un lado, la gran fuerza de la serie es una historia de amor imposible, y éstas, en la ficción, nunca acaban bien. Ejemplos hay de sobra: Casablanca, Romeo y Julieta, Memorias de África, Los puentes de Madison, La colina del adiós...

Y el otro pilar de Sin tetas... es el curriculum violento del protagonista. Como les ocurrió a los personajes interpretados por Al Pacino en El precio del poder o Atrapado por su pasado, o Tom Hanks en Camino a la perdición, el mal nunca triunfa sobre el bien.

"Es un asesino, y no se puede legitimar el mal", justifica un directivo de la cadena.

Telecinco se inclinó por una tragedia a la altura del drama. Si los internautas así lo deciden con sus votos, los espectadores pueden ver el desenlace romántico. Ese que, en tres minutos, daba un giro radical a las tramas. Probablemente el que imaginaban las duquesitas. "Pero porque son jóvenes", admite el duro inspector Torres (Armando del Río).

Eso sí, antes de los créditos se pudo leer: "Continuará...".