José Luis Moreno: "Las cadenas deben dejar trabajar a los productores"

José Luis Moreno.mediaset.es

"Ante cualquier crisis, siempre hay una solución". Bajo esta máxima, aplicada a las relaciones de pareja, José Luis Moreno creó . Y también bajo esta divisa comienza el rodaje de ¡A ver si llego!, la nueva comedia que produce para Telecinco. En este caso, lo que está en juego es el futuro de un mercado tradicional y el destino de los dueños de sus puestos. Miriam Díaz Aroca y Neus Asensi encabezan el reparto. Escenas de matrimonio

La idea nació en el despacho del consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, cuenta Moreno. "Le hablé del mercado, y del título,¡A ver si llego!... a fin de mes". "Ante la crisis", le dije, "qué os parece que hagamos una cosa muy divertida, muy optimista, vamos a reírnos de nosotros mismos, vamos a darle la vuelta". "Y Paolo lo vio inmediatamente".

"La historia arranca cuando la mujer del pescadero (Neus Asensi) lo deja y se va con el dueño de la frutería. Al marido le quiere, pero no su olor, y se escapa, pero no del todo. Mantiene una relación con los dos, y el marido se convierte en amante de la mujer, porque le quiere tanto que no tiene más remedio que aguantar".

"El poder maléfico de un capitalista quiere arrasar con el mercado", prosigue Moreno. Y para muchos de los protagonistas, "los puestos es lo único que tienen". "Y si les quitan eso también, a lo mejor reciben un poco de dinero, pero no saben qué hacer con él. No saben dónde ir".

Todo se resuelve "con la astucia y la picardía que siempre ha tenido el español, buscándose la vida para no ser infeliz". La mayoría está de acuerdo en no vender el negocio, y "hacen un frente común, para luchar contra los que quieren comprar, aunque entre ellos se llevan fatal".

1 El vecindario es el propio de este escenario, con carnicería, pescadería, frutería, bar... "Con vida, cosas que ocurren. No como estas grandes superficies, que están tan ordenadas, y que son un poco de plástico, y los carros se van de lado, y las cajeras están mecanizadas, y te contestan casi de una forma autómata...".

¿Cree que se está arriesgando actualmente en la ficción que se emite en televisión?

Las productoras se arriesgan todas, pero hay que tener la complicidad de la cadena. Porque si no, te van asustando, te van cambiando los guiones, y terminan pervirtiendo lo que tú has pensado, porque trabajas para que te admitan el guión, no para el público. Cuando una cadena contrata una idea a través de una biblia y un guión inicial, debe dejar trabajar al productor. Y si no le funciona, que lo quite.

¿Pero le gusta lo que ve?

La ficción española está muy trabajada. Aunque veo que hay poca dirección de actores. Tenemos mejores actores de lo que a veces parece, por eso hay algunos que brillan en unas series y se apagan en otras. Es el caso de Dani Guzmán, que el de Aquí no hay quien viva ha sido uno de los papeles de su vida, y luego pasó por La familia Mata y el actor es el mismo. Mira lo que ha pasado con ... Fernando Tejero, que es un magnífico actor, y que en todas las series que ha hecho después de ANHQV ha fracasado, como ANHQVGominolas

Quitando eso, creo que se está trabajando mucho la ficción, que se está trabajando bien. El internado ha querido ser diferente, y lo ha conseguido en un momento muy difícil.

No le basta con su trabajo en televisión. También se ha embarcado en el megaproyecto del Coliseo de las Tres Culturas, un centro de miles de metros cuadrados en Madrid, con teatros, salas de exposiciones... ¿Es su legado?

2 Es el colofón de una vida de trabajo que me ha enseñado cómo sería para mí la televisión ideal, el teatro ideal, el edificio donde los artistas estuvieran más cómodos, donde el público viera las funciones con más tranquilidad... 270.000 metros cuadrados, un Bernabéu y medio. Una barbaridad.

¿Ya se ha recuperado del brutal asalto a su casa del pasado mes de diciembre?

Estoy bien, con el reposo y tal, pero me tengo que poner a dieta feroz.. Y moralmente también, lo he asumido como algo que pasa en la vida. Tengo que convivir con ello. Hay días que te entra una indignación sorda, y un desánimo, y pierdes un poco la fe en el ser humano... Si hay gente que, sin conocerte, se pone una capucha y puede hacer esto, te hace pensar. Pero he aprendido a relativizar los problemas del día a día.

¿Le ha afectado como para desconfiar de la gente?

No. Quizás ha aumentado un poco mi grado de escepticismo sobre el ser humano.

¿Y cómo era antes?

Del uno al diez, estaba en un 6,5.