'Los Simpson', embajadores de la energía nuclear

La popular serie televisiva cuando "hace veinte años prácticamente ni se hablaba de ella y los niños no sabían lo que era", según el ex presidente de Jóvenes Nucleares, José Luis Pérez.Dos años después, coincidiendo con la decisión sobre la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en España, aseguró que el uso que la serie hace de esta fuente energética "genera opinión" entre sus espectadores.

Por lo tanto, en la serie "cualquier profesión aparece exagerada: el médico no tiene ni idea, el alcalde es un corrupto... Todo el mundo entiende que las circunstancias y los escenarios ridiculizan y exageran al máximo las situaciones para introducir el humor".

Además, explicó que "un adulto entenderá el mensaje con ironía y sarcasmo; un adolescente podría sacar su propio lenguaje; mientras que un niño no lo va a entender y poco a poco va creciendo con eso". "La televisión tiene un impacto muy importante a nivel global y puede crear una imagen errónea", concluyó.

Por último, la psicóloga clínica Elena Borges aseguró que el poder de influencia de una serie de televisión "depende de la mente que lo codifique" y, por lo tanto, considerando que se trata de unos dibujos animados, "los niños son los más vulnerables porque aprenden por imitación de todo lo que ven y transmiten esos valores a sus compañeros".

Los Simpson Estas declaraciones contrastan con las del presidente del Centro de Psicopedagogía Area 44, Juan José Millán, quien señaló que la parodia "puede condicionar" la imagen nuclear, ya que "la serie lanza un mensaje a un público bastante heterogéneo y unos entenderán el mensaje y otros no". "La serie ha permitido ver que una central nuclear puede ser el motor de un pueblo, como es el caso de Springfield", indicó José Luis Pérez, quien elaboró en 2008 el documental Los Simpson y la energía nuclear.

En este sentido, Pérez insistió en que, pese a no creer que la serie haya modificado la actitud de la gente respecto a la energía nuclear, "sí ha generado un conocimiento de esta industria en un país donde había muchísimo desconocimiento". "Me di cuenta que la gente de mi alrededor, cuando sabían que trabajaba en el sector me asociaban con Homer o algún personaje de la serie. Ha dejado cierto poso el estar veinte años viendo Los Simpson", apostilló.

Asimismo, añadió que "la gente no se toma en serio lo que ocurre" en los dibujos, debido a que la planta nuclear "se utiliza únicamente como escenario para resaltar lo importante, las características de los personajes: la estupidez de Homer o la avaricia del jefe".

Por su parte, el presidente centro Psicopedagogía Area 44, Juan José Millán, coincidió en apuntar que como sentido positivo "podría ayudar a ver la energía nuclear como algo más cotidiano".

Sin embargo, advirtió de que las connotaciones negativas "con imágenes de peces de tres ojos juntos a las centrales o las escenas tan cercanas a la catástrofe, pueda tener influencia y condicionar".