El futuro incierto de La Colifata

La Colifata, la primera emisora del mundo hecha por enfermos mentales -y protagonista de la última campaña de Aquarius-, celebra en estos días su 17 aniversario y se enfrenta a un futuro incierto por los planes del Gobierno de Buenos Aires para desmantelar el hospital psiquiátrico donde realiza sus emisiones.

El proyecto del Ejecutivo de Mauricio Macri, el alcalde conservador de Buenos Aires, para cerrar el hospital José Tiburcio Borda, en el barrio de Barracas, y crear un complejo de edificios administrativos -que sin duda encarecerá el valor de los terrenos- tiene alterados a los colifatos, "locos, lunáticos" en lunfardo, el dialecto porteño.

Pero la incertidumbre sobre el futuro no es motivo suficiente para que los colifatos, en su mayoría internos del Borda, dejen de festejar el cumpleaños de La Colifata, una experiencia nacida en agosto de 1991 de la mano del psicólogo Alfredo Olivera, convencido de que la radio es una estupenda terapia para los enfermos mentales.

Su ejemplo ha cundido y explica Olivera. son ya 50 las emisoras colifatas

Bajo el lema Rompiendo muros, donde los enfermos se alternan en el micrófono, hablan de las condiciones paupérrimas del hospital, de los temas que les preocupan, recitan, cantan y bailan al ritmo de música clásica, pop, baladas, canciones populares... todo tiene cabida en esta cadena de locos.

El objetivo, afirma Olivera, es "crear un espacio de dignidad para un colectivo de personas que sistemáticamente ha sido acallado".

Para el director de La Colifata, los planes de Macri persiguen "en realidad sacar a los que siempre molestan, que son los locos, porque nos hemos dado cuenta de que en este lugar, a diez minutos del microcentro, se puede hacer un emprendimiento ligado a un negocio inmobiliario sumamente importante".

Hugo Norberto López, de 74 años, es una de las estrellas de la radio y recita poemas de Neruda en su espacio de La Colifata. Hugo estuvo internado porque, dice, "enloqueció por la pobreza". La radio "me sirvió para salir del laberinto, del oscurecimiento en el que uno está metido cuando le agarra una enfermedad mental", recuerda.