La militancia de Fox machaca a la neutralidad de CNN

Bill O'Reilly, líder de la audiencia nocturna de Fox.mediaset.es

La opinión, y cuanto más politizada mejor, gana últimamente la batalla a los hechos en el horario de máxima audiencia de la televisión por cable en EEUU, lo que ha dejado en el vagón de cola a la madre del invento, la CNN.

Aun así, la cadena que concibió la fórmula de la información por cable 24 horas hace ahora dos décadas no da marcha atrás, y lejos de reconsiderar su estrategia, CNN parece afianzar su apuesta por la información pura y dura.

Por el momento eso implica, de todos modos, ir a la zaga.

Los programas en la franja de máxima audiencia de CNN quedaron en octubre por detrás de los de sus competidoras, la conservadora Fox News y la progresista MSNBC.

Tres de sus cuatro programas entre las siete y las once de la noche acabaron en último lugar, la primera vez que CNN tiene unos índices de audiencia tan malos.

Y no sólo eso, sino que la cadena atrajo tan sólo a 202.000 espectadores de media en el rango de edad de entre 25 y 54 años, el grupo al que las cadenas televisivas utilizan como el barómetro de su éxito, al concentrar la mayoría de las ventas publicitarias.

Fox News, por el contrario, logró ganar la atención de 689.000 televidentes de media en octubre en ese grupo y MSNBC 221.000.

Esos resultados muestran, según los expertos, la creciente preferencia del público por los espacios de opinión frente a los noticiosos.

"La opinión vende muy bien. Es lo que la gente quiere, quieren un punto de vista ya empaquetado", según Gary Kauf, un experto en programación televisiva de la Universidad Ohlone, en California.

Kauf señaló, en ese sentido, que Fox, la cadena conservadora que echó a andar el magnate de los medios australiano Rupert Murdoch, ha sabido como nadie explotar ese nicho.

Eso explicaría, por ejemplo, el que el combativo programa del presentador Bill O'Reilly se haya hecho con el liderazgo de la programación nocturna de la televisión por cable, con una media de 881.000 espectadores en octubre.

Por el contrario la presentadora de CNN Campbell Brown, a la que su cadena promociona como "no partidista", atrae en la misma franja horaria a sólo 162.000 espectadores.

La tensa relación de la Casa Blanca con Fox ha dado publicidad adicional a la cadena y parece haber cautivado aun más a sus fieles, los telespectadores más a la derecha del espectro político estadounidense.

En el otro lado de la balanza está MSNBC, que tras dar palos de ciego durante algunos años, encontró durante la última campaña presidencial estadounidense un nicho entre el sector más progresista de la población.

En el centro está CNN que se ve vapuleada a la derecha, por Fox, y a la izquierda por MSNBC.

Expertos en temas televisivos como Aaron Barnhart, del periódico Kansas City Star, creen que la abrupta salida del presentador Lou Dobbs, que durante años se dedicó a azotar a los inmigrantes indocumentados y las "fronteras fuera de control", da a la cadena la oportunidad de posicionarse claramente en el centro.

Barnhart piensa que la salida de Dobbs, una voz extremista que desentonaba con el profesional tono de CNN, obedece a tensiones entre la alta gerencia de la cadena y el presentador.

Jim Walton, presidente de CNN WorldWide responde que la gente identifica CNN con "noticia, hechos y rapidez". "Eso es lo que queremos hacer en todo el mundo. Competimos contra mucho más que Fox y MSNBC". El tiempo decidirá si está en lo cierto.