'Informar: peligro de muerte', reporteros al límite en 'Infiltrados'

Matar a un periodista en Nápoles cuesta 200 euros

Este verano tres periodistas españoles fueron secuestrados en Siria y hoy en día siguen en paradero desconocido. Sus nombres son Ángel Sastre, José Manuel López y Antonio Pampliega, uno de los reporteros que participó en la primera entrega de Infiltrados para mostrar desde dentro el conflicto sirio.

Solo en 2014, 66 periodistas fueron asesinados en todo el mundo, 119 secuestrados y 178 siguen encarcelados. Su único delito: informar y ejercer su profesión. Infiltrados ha viajado hasta México, Nápoles y Brasil para descubrir cómo trabajan allí los reporteros Infiltradosy mostrar la dura realidad en la que desarrollan su oficio, en la nueva entrega del programa que Cuatro emite el lunes 2 de noviembre, a las 00.15.

Un equipo de reporteros se ha desplazado a México DF, que hasta hace poco tiempo era considerada el oasis de seguridad del país. Concretamente, hasta el 31 de julio de este año, cuando el fotoperiodista Rubén Espinosa fue torturado y asesinado. Diez días antes, Rubén concedió su última entrevista a Infiltrados, afirmando que "en México ser fotoperiodista significa muchas veces la muerte".

En Brasil, el programa localiza y entrevista a Nilton Claudino, un fotoperiodista que se infiltró junto a una periodista y un chófer durante dos semanas en las favelas para realizar una investigación sobre la corrupción policial. Fueron descubiertos por las milicias parapoliciales, secuestrados y torturados.

Rubén Espinosa
Informar, peligro de muerte

Pero no hace falta cambiar de continente para hablar de falta de libertad de información. En Nápoles, muchos reporteros se enfrentan todos los días a la amenazas de la mafia italiana.

Para denunciarlo el programa contará con los testimonios de Giuseppe Grimaldi, periodista de Il Mattino, y de Marilena Natale, redactora del diario de Caserta. Además, un equipo de Infiltrados se ha adentrado en el Casal di Príncipe, el barrio más peligroso del país.