El Supremo penaliza la humillación en las redes sociales

Twittermediaset.es

El Tribunal Supremo se ha pronunciado por primera vez sobre la difusión de mensajes enaltecedores del terrorismo en las redes sociales y ha condenado a un año de cárcel a María Lluch Sancho por humillar a víctimas de ETA como Irene Villa y Miguel Ángel Blanco, haciendo uso de su cuenta de Twitter Madame Guillotine (@melodalger).

En la resolución, la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo considera que las expresiones emitidas en esta cuenta se enmarcan dentro del discurso del odio y no están protegidas por la libertad ideológica o de expresión.

El alto tribunal subraya que no está penalizando el "chiste fácil o de mal gusto" ni se trata de "criminalizar las opiniones discrepantes", sino de combatir las actuaciones de aquellos que realizan un "grave quebranto en el régimen de libertades y daño en la paz de la comunidad" y "atentan" contra el sistema democrático establecido.

Según el Tribunal Supremo, la humillación contenida en la burla y en los comentarios que escribió Madame Guillotine está recreada con un "bien concreto y referida a unas personas a quien se identifica con su nombre y apellidos".

En este sentido, indica que la humillación o desprecio a las víctimas afecta directamente a su honor y a su dignidad, perpetuando su victimización, que es actualizada a través de esa conducta.

El pasado 23 de junio, el Supremo revisó en vista pública la condena de dos años de cárcel -la máxima puesta por este delito- que la Audiencia Nacional impuso a la joven en febrero de 2016 por la gravedad de los comentarios escritos en la red social. Ahora le rebaja la pena al entender que la condena que se impuso en primera instancia es desproporcionada, tal y como alegó la defensa de la acusada.

Así, accede a establecer una condena más proporcionada a las condiciones personales de la acusada, al tratarse de una estudiante. Aún así, el Supremo afirma que la difusión de estas expresiones se hacen con conocimiento de que se transmite una ofensa pública a víctimas del terrorismo.

Entre noviembre de 2012 y agosto de 2014, María Lluch publicó en Twitter con el seudónimo de Madame Guillotine frases para mofarse del atentado contra Carrero Blanco en 1973 como: "Voló, voló, Carrero voló y hasta las nubes llegó. Ay Carrero, el primer astronauta español"; o consignas como "maderos a la guillotina, ETA mátalos".

También, desde su cuenta publicó enlaces de vídeos de Youtube invitando a sus 790 seguidores a que se rieran de las imágenes de atentados y reprodujo mensajes del tipo: "¿Cómo monta Irene Villa a caballo? Con velcro" o "¿En qué se parece Miguel Ángel Blanco a un delfín? En el agujero de la nuca".

La sentencia sienta un precedente y podría afectar a casos aún pendientes como el del líder del grupo de rap metal Def con Dos, César Strawberry, cuyo juicio por este delito se celebró este martes 12 de julio, o al del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata.