"Una vorágine de intriga y tensión"

"Una vorágine de intriga y tensión". Lo que enganchó a los espectadores (3,3 millones en la despedida) de su primera temporada, "corregido y aumentado". Acusados regresa a Telecinco (miércoles, 13 de enero, 22.30) con nuevos episodios y un nuevo caso. El de Job, un asesino al que sólo conoce Alba, una niña de ocho años. Las vidas de la jueza Rosa Ballester (Blanca Portillo) y el empresario Joaquín de la Torre (José Coronado) vuelven a cruzarse. Y ahora están condenados a entenderse.Después de perder a su hija, Ballester regresa en estos capítulos "más frágil, obsesionada por conseguir la justicia, decidiendo si sigue o no", explica Portillo. Y comienza un "terrorífico descenso a los infiernos", en el que le abofetean los errores que cometió en el pasado.

De la Torre , que despidió la temporada clamando revancha por la muerte de su hijo, por su carrera política truncada y por el abandono de su esposa, se convierte ahora en uno de los amenazados por Job. Y "como la venganza es un plato que se sirve frio, tiene 13 capítulos por delante" para ajustar cuentas con Ballester, apunta Coronado.

Este "duelo al sol" entre los dos personajes principales se convierte en un triángulo tras la incorporación de Mónica López, la fiscal Aurora Castillo, que pone entre las cuerdas a la polémica juez cuando investiga sus polémicas instrucciones de los casos, en especial el de Metrópolis.

Alejo Sauras y Tamar Novas son otros dos fichajes de esta serie. El primero, Pablo Alonso, es un policía judicial idealista y luchador. Y el segundo, Jaime Álvarez, enamora a Patricia, la hija de Ballester. Además, intervienen como episódicos de Acusados actores como Carlos Hipólito o José Luis García Pérez.

Portillo insiste en que lo más importante en las tramas es que "lo que pasa afecta profundamente a los personajes tanto en la vida profesional como en la personal". Giran con más intención en "el eterno debate entre ley y justicia", añade Goyo Quintana, director general de la productora Ida y Vuelta. Y "apelan a la inteligencia del espectador", concluye Coronado.