La Favorita cuelga por fin el cartel de completo, aunque no precisamente por su carta, ya que los nuevos clientes acuden atraídos por la fiesta que organizó Félix Montenegro, entre ellos Covadonga de Penalba, que vuelve con la idea de celebrar allí su cumpleaños con una fiesta de disfraces. La relación entre Elena y Félix va viento en popa y el actor se ofrece a ayudarla a encontrar los mejores disfraces para el evento, pero ella recibe una impactante noticia sobre Julio y Lola que le hace replantearse sus sentimientos. Por su parte, Cecilia se lleva una desagradable sorpresa al comprobar que Valerio, el nuevo novio de Covadonga, forma parte de ese pasado que quiere enterrar a toda costa.

Mientras, Ana se empeña en convencerse de que lo suyo con Roberto ha sido algo sin trascendencia, hasta que se descubre sintiendo algo desconocido para ella: celos. También Lourdes enfrenta su propio dilema cuando le ofrecen escribir un consultorio gastronómico y, superada por el reto, decide recurrir en secreto a Don Amancio para que la ayude a salir airosa.

Entre todos estos acontecimientos, nadie sospecha de los planes de venganza de Don César, hasta que Julio le sorprende hablando disimuladamente con Don Benito en el restaurante.