'Pekín Expréss'... por África

Jesús Vázquez, director de la carrera en 'Pekín Expréss 4'.mediaset.es

"Ha sido la experiencia más increíble, apasionante y a la vez más dura, tanto profesional como personalmente" que ha vivido Jesús Vázquez. Mes y medio y 10.000 kilómetros de penurias en 13 etapas: esfuerzo físico, hambre, sed, sueño, falta de higiene... Es Pekín Expréss, el reality-road que vuelve a Cuatro en su cuarta edición, el 18 de septiembre a las 22.30. Esta vez, las diez parejas concursantes (se presentaron cerca de 70.000 personas) atraviesan el continente negro desde Kenia hasta Sudáfrica. Aún no se ha emitido y Jesús Vázquez asegura rotundo: "Repetiría".

Es el reality de las grandes magnitudes: un equipo técnico de 150 personas de 10 nacionalidades distintas; 400 horas de entrevistas; 3.000 horas de grabación sobre el terreno; 25 cámaras; 30 horas de grabación de imágenes panorámicas; 30 vehículos para desplazar una oficina portátil con 200 ordenadores, equipos de edición, sistemas de localización por satélite y GPS para los concursantes... por los tres países explorados, 50 ciudades, 20 parques naturales, 8 destinos Patrimonio de la Humanidad...

Los aventureros son muy "dispares" y "divertidos ". apunta Eva Sanz, directora del programa. Un matrimonio sin hijos afincado en Granada. Dos amigas universitarias de Murcia. Madre e hija de Huesca. Padre e hijo sin mucho roce desde que el primero se separó de su esposa. Unos cuñados. Dos hermanos gallegos, ambos masajistas. Un matrimonio catalán joven, sin hijos y con una posición desahogada. Unos novios más que cincuentones que viven en distintas localidades. Dos hermanas andaluzas que se definen como deportistas y valientes. Unos novios desde la adolescencia que buscan su primer trabajo para poder iniciar una vida en común. Y una pareja a la fuerza, de dos concursantes que se apuntaron en solitario: un repartidor de pizzas catalán, amante de las mujeres, el fútbol y los coches, y un universitario andaluz aspirante a diplomático y aficionado a la hípica.

El mayor premio es la experiencia vital, pues, tal como explican los organizadores de Boomerang, la recompensa final depende de la capacidad de reunir amuletos que se traducen en dinero. 78.000 euros consiguió la pareja ganadora de la primera edición. 35.000 la de la segunda y 20.000 la de la última emitida hasta ahora.