La cámara oculta viola la intimidad

El Tribunal Supremo ha establecido en una sentencia que sienta jurisprudencia que la difusión en televisión de imágenes captadas con aparatos ocultos de captación de imagen y voz, sin consentimiento del interesado,supone una intromisión ilegítima en la intimidad que no está justificada por el ejercicio del derecho a comunicar libremente información.

Así lo ha acordado el pleno de la Sala de lo Civil del Supremo, al estimar un recurso de una mujer que ejercía la naturopatía y que fue grabada sin ella saberlo por una periodista que se hizo pasar por un posible paciente. Las imágenes fueron emitidas en 2000 en un programa de televisión de una cadena valenciana.

Según ha informado el Alto Tribunal, el Supremo ha estimado el recurso de esta mujer, quien fue condenada por intrusismo por la Audiencia Provincial de Valencia, contra la sentencia que en 2002 absolvió por estos hechos a la periodista, a la productora (El Mundo TV) y a Televisión Autonómica Valenciana S.A.

La Audiencia de Valencia concluyó que el citado proceder se enmarcaba en el denominado periodismo de investigación, lo que no era reprochable, "salvo que se intercepten o graben conversaciones privadas de terceras personas que no son parte en la conversación que directamente se mantiene".

También señaló en su resolución que no se había vulnerado el derecho a la intimidad de la mujer, ni tampoco el derecho a la imagen. Además, el tribunal valenciano consideró que no cabía responsabilidad alguna, toda vez que era indudable el ánimo puramente informativo, "habiéndose vertido datos ciertos y objetivos cuales son la prosecución de actuaciones penales por delito de intrusismo". También rechazó conceder la indemnización de 450.000 euros que reclamaba la demandante.

Sin embargo, ahora el Supremo sí condena a los demandados al pago de una compensación económica que se determinará próximamente. El Alto Tribunal sienta la doctrina de que, con tales comportamientos, "se produjo una intromisión ilegítima en la esfera de la intimidad de la demandante, que afecta también a los demás derechos fundamentales mencionados en la demanda, y que dicha intromisión, en aplicación del principio de proporcionalidad de acuerdo con las circunstancias concurrentes, no está justificada por el ejercicio del derecho a comunicar libremente información".

Melchor Miralles, director de El Mundo TV -productora que firmaba el reportaje-, ha subrayado que no se grabó en ningún espacio privado e íntimo sino en el despacho donde atendía a los pacientes. Miralles considera un "escándalo" que el Supremo haya "filtrado" el sentido del fallo antes de redactar la sentencia y notificarla a las partes.

La sentencia íntegra se dará a conocer en los próximos días.

Miralles ya ha adelantado que recurrirán ante el Tribunal Constitucional y, si es necesario, ante instancias judiciales europeas.