Los países que hagan trampas serán expulsados tres años de Eurovisión

Eurovisionmediaset.es

La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organismo que agrupa televisiones y radios públicas de Europa y organizador de Eurovisión, ha endurecido las sanciones por irregularidades y expulsará con un máximo de hasta tres años a los países que intenten lograr votos fraudulentos en el concurso. Esta es una de las conclusiones del Grupo de Referencia de Eurovisión, un órgano interno de la UER que vela por el buen funcionamiento del concurso. El grupo se ha reunido para estudiar posibles votaciones irregulares en la pasada edición.

"Si se detectan irregularidades antes, durante o después del concurso para favorecer a cualquiera de los países participantes, el Grupo de Referencia iniciará automáticamente procesos que conllevarán una sanción para el radiodifusor de hasta tres años", explica la UER en un comunicado.

Según ha explicado, esta medida servirá para "reforzar la credibilidad" de las votaciones ante las críticas surgidas en anteriores ediciones. La investigación en torno a la edición del año pasado ha encontrado "intentos previos de influir en el televoto", pero que fueron "detectados a tiempo".

Estos votos fraudulentos no fueron contabilizados. No obstante, la UER ha aclarado que la investigación no ha encontrado ningún vínculo de estos amaños con los radiodifusores participantes, ni sugerencias de que estuvieran detrás de esos intentos.

"Al igual que los clubes de fútbol son, en principio, responsables de la conducta de sus aficionados, haremos responsables -con un seguimiento individual de cada caso- a los radiodifusores para evitar irregularidades en la votación", ha explicado Frank Dieter Freiling, presidente del Grupo de Referencia.

En septiembre de 2013, la UER reforzó las reglas del jurado y amplió la opción del voto individual de cada juez para el Festival de la canción de Eurovisión 2014. La votación está vigilada por el organismo supervisor de la EBU y observadores de la auditora PricewaterhouseCoopers.

"El ganador del festival de la canción de Eurovisión es decidido por un jurado profesional y los espectadores en casa, cada uno con una participación del 50% en el resultado. En este concurso no hay lugar para los intentos organizados de influir injustamente en el resultado", ha señalado Jon Ola Sand, supervisor ejecutivo del concurso en nombre de la UER.