David de Gea se reencuentra con Edurne, que le ignora en las redes sociales

David de Geamediaset.es

David de Gea ya se encuentra en Madrid tras perder junto a la selección española de fútbol el partido de octavos de final contra Italia, que le apeó de la Eurocopa 2016. Pero todavía le queda vivir otro de los mayores desafíos de los últimos meses, enfrentarse a su novia, la cantante Edurne, después de que estallara el caso Torbe, una trama de abusos sexuales a menores en el que le implicó una testigo.

Desde que aparecieron las primeras informaciones sobre la presunta implicación de David de Gea en el turbio asunto, Edurne sacó fuerzas de flaqueza para continuar con sus compromisos como cantante.

Apenas se ha pronunciado en público. Tan solo en su reaparición en Torrejón de Ardoz, en el comienzo de su gira de este verano. "Hay gente que me quiere hundir, pero no lo van a conseguir. Se quieren meter en mi forma de querer, pero desde aquí les digo que se preocupen de la suya, que de la mía ya me encargo yo", dijo.

Donde no ha respirado es en las redes sociales. Desde su tuit de ánimo ante el primer partido de la selección española en Francia, Edurne no ha vuelto a hacer ninguna mención en sus cuentas a su novio.

Él tampoco la ha nombrado a ella. Su actividad en Twitter se ha limitado a animar a sus compañeros de La Roja o a mandar un mensaje de esperanza a los seguidores del combinado nacional.

Según ha publicado el diario As, la pareja habría llegado a un acuerdo por el que esperarían a hablar personalmente una vez finalizara la participación del portero en la Eurocopa. Algunas fuentes cercanas a Edurne aseguran que la cantante está muy preocupada por cómo puede afectar la situación de su pareja a su carrera profesional, justo ahora que inicia la gira para presentar nuevo trabajo.

El momento del reencuentro y de LA conversación ha llegado. Así, el martes 28 de junio, tras aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, el portero del Manchester United se despidió de sus compañeros y emprendió el camino a casa.

A su llegada se pudo ver a De Gea pensativo, mirando con preocupación al interior del domicilio antes de hacer su entrada. Después de varios minutos de incertidumbre, De Gea se animó a abrir la puerta del jardín y a entrar en el interior para el esperado y temido reencuentro.