La adicción a la cirugía estética importa, no si Reid Ewing es gay

Reid Ewing en 'Modern Family'mediaset.es

"Escribes un artículo sobre la cirugía estética, y a la gente le importa más si eres gay", se lamenta Reid Ewing, el novio de Haley (Sarah Hyland), hija mayor de los Dunphy en Modern family. Días después de que el actor secundario revelara los problemas psicológicos que le han llevado a pasar varias veces por el quirófano para hacerse retoques, lo que ha revolucionado las redes sociales ha sido que confirme su condición sexual.

Ahora, y en su cuenta de Twitter, confirma que nunca escondió que es gay, al reconocer que le atrae Eugene Bata, que hablaba en el programa Good morning America, de ABC, tratando la patología de la dismorfia corporal.

Preguntado por un internauta sobre si su opinión acerca de Bata supone que sea homesexual, el actor se limitó a contestar: "Nunca dije que no lo era".

Ewing saltó al primer plano de la actualidad la semana pasada cuando confesó en un blog del Huffington Post que sufre de dismorfia corporal y que tiene una adicción a la cirugía plástica.

El actor que interpreta a Dylan en Modern family reveló que se ha sometido a varias operaciones estéticas desde que a los 19 años llegó a Los Ángeles para iniciar su carrera en Hollywood.

"Mi apariencia era la única cosa que me importaba. Me sentaba solo en mi apartamento y me tomaba fotos de todos los ángulos, analizando cada una de mis facciones", escribió.

Su primera cirugía plástica fue un implante en los pómulos que le obligó a llevar puesta una máscara dos semanas y a esconderse de su familia y amigos para que no notaran su cambio.

El resultado final no le gustó, por lo que decidió ir a otro médico para hacerse más cambios. El siguiente implante fue en el mentón, que el actor podía mover de lado a lado, por lo que fue operado nuevamente.

A estos procedimientos les siguieron muchos otros, que siempre dejaron al actor insatisfecho y deprimido.

Cuatro años después, en 2012, decidió parar. "Prometí nunca más hacerme una cirugía estética, aunque aún me sentía inseguro sobre mi apariencia. Me tomó seis meses sentirme cómodo con que la gente me mirara", aseguró.

Ewing denuncia que muchas clínicas estéticas no realicen una evaluación psicológica de sus pacientes antes de someterlos a estos procedimientos.

El actor aprovechó su editorial para dar un consejo: "Antes de tratar de cambiar tu cara, debes cuestionarte si es tu mente lo que necesita arreglo".