Tras varias semanas de investigación, el caso de Jussie Smollett, que a finales del mes de enero fue hospitalizado tras una supuesta agresión homófoba y racista en Chicago, ha dado un giro de 180 grados.
Según ha informado un portavoz policial, el actor que interpretó a Jamal Lyon en la serie Empire se encuentra bajo custodia de la Policía después de que la Oficina del Fiscal del Estado del Condado de Cook haya ordenado su detención por haber presentado supuestamente un informe falso sobre la agresión.
Smollett tendrá que comparecer ante el juez y será éste quien decida si le concede la libertad condicional o si, por el contrario, le declara culpable, lo que supondría una pena de hasta tres años de prisión para el intérprete.
Pero el caso no termina aquí, y es que la principal fiscal en el área de Chicago, Kimberly Foxx, del condado de Cook, se retiró del caso cuando se supo que había tenido conversaciones con la familia de Jussie, facilitando así una conexión con el Departamento de Policía de Chicago. Al parecer, los abogados del actor habrían contactado con la Policía antes de su detención para tratar de negociar una rendición razonable de su defendido.
Según la policía de Chicago, sostiene la BBC, el actor estadounidense orquestó el ataque en su contra para ganar publicidad porque estaba "insatisfecho con su salario", y que para ello pagó 3.500 dólares a unos cómplices.
Smollet "explotó el dolor y la ira del racismo para promover su carrera", señaló en una conferencia de prensa Eddie Johnson, superintendente de la policía de Chicago.