Clara Lago: "Da vergüenza ajena cuando el 'pataky' lo haces tú"

Clara Lagomediaset.es

Amigas desde el rodaje de la comedia Primos, la revista Vogue ha vuelto a reunir a Claro Lago e Inma Cuesta en su número de noviembre ante el inminente estreno de los nuevos proyectos de ambas actrices: la segunda parte de Ocho apellidos vascos -ahora catalanes- el 20 de noviembre y Ocho apellidos vascosKóblic, un thriller erótico.

En su posado, Lago y Cuesta admiten con humor su tensa relación con la moda.

Inman Cuesta confiesa que "en la alfombra roja te sientes como en una competición. Y acabas yendo toda estresada temiendo no haber acertado, que el vestido quizá no esté de moda o que no siga la tendencia de... su prima (risas). En San Sebastián tenía que entregar un premio, así que le dije a mi estilista: 'Ana, no quiero comerme el atril. Ponme un vestido que no me pueda pisar; lo demás me da igual", recuerda.

Inma Cuesta

"El vestido al final era precioso, de Stella McCartney (junto a estas líneas), y fui encantada. Pero a veces, con aquello de 'mira este Jimmy Choo', te hacen el lío. Pues me da igual Jimmy Choo. Solo quiero andar normal. Y luego hay que posar, y cada vestido exige una manera y eso hay que ensayarlo", confesaba divertida Cuesta.

Sobre esto, Clara Lago añade: "Y hay que echarle morro. El morro ese de 'ahora cojo y me doy la vuelta', por ejemplo. El mítico pataky. Pero que da como vergüenza ajena cuando lo haces tú".

Respecto a lo que más les hace feliz, la novia de Dani Rovira tiene claro lo que busca: "La felicidad son momentos, pero, para mí, siempre relacionados con las personas. Hay gente que sabe encontrar ese momento en un árbol, el sol o sus mascotas, pero yo he descubierto que necesito seres. Vivos y humanos, a poder ser".

Mientras que Inma Cuesta confiesa: "Pues yo te diría que no lo sé. Hace un tiempo decidí hacerme un viaje yo sola. Me fui a Cádiz con mi perra, me alquilé un apartamentito y nos fuimos a la playa. Y oye, las dos ahí mano a mano, yo dibujando, estaba tan feliz que la miré y pensé: 'Esto se va a quedar siempre conmigo'. Me sentí super...".