Tres mentores y Raquel Sánchez Silva, a las órdenes del maestro Paco Torreblanca
Para elaborar 'Deja sitio para el postre', primero es necesario contar con el mejor equipo de reposteros de España, preferiblemente un Gran Juez y tres mentores de reconocido prestigio que se encargarán de formar y de valorar el trabajo de los concursantes.
El siguiente paso es elegir, de entre un casting de más de 3.000 candidatos, a 18 apasionados por la repostería.
Al mismo tiempo, se añade una presentadora capaz de combinar a partes iguales las expectativas de los concursantes con el rigor de los mentores y el calor de los espectadores.
Por último, se agrega un buen número de pruebas y sesiones de trabajo en equipo en las que se producirán distintas eliminaciones. Se mezclan todos los ingredientes con pasión y se deja a fuego vivo antes de llegar al punto de ebullición: una gran final de la que surgirá el mejor repostero no profesional de España.
Así es la receta de 'Deja sitio para el postre', el 'talent show' de repostería que Cuatro estrena el 14 de enero en 'prime time'.
Producido en colaboración con Magnolia TV, 'Deja sitio para el postre' está presentado por Raquel Sánchez Silva y cuenta con la participación del maestro Paco Torreblanca como Gran Juez y de otros tres maestros de la repostería: David Pallás, Amanda Laporte y Sergi Vela, como mentores.
La mentora Amanda Laporte
Cocinera de formación y estilista de cocina, la delicadeza y la creatividad definen el trabajo de Amanda Laporte. Dinámica y entusiasta, esta repostera apuesta por la pastelería tradicional arropada por proyectos originales y creativos en los que es fundamental el trabajo en equipo. A lo largo del programa, la repostera, chef del Canal Cocina, artífice de la imagen de varias marcas de alimentación y autora del libro 'Los dulces de Amanda', ofrecerá ideas innovadoras para preparar postres caseros y mostrará distintas técnicas para presentarlos de manera atractiva y original.
Geraldine Daniel
32 años. Bretaña (Francia). La repostería por amor
"Crecí en la Bretaña francesa. Trabajaba en Marketing, tenía la vida muy organizada, pero le di un giro radical para cumplir mis sueños y conocer mundo. Casualidades de la vida, llegué a España por amor y vivo en Alicante desde hace tres años. Desde muy pequeña, mi querida abuela me transmitió todo su amor por la repostería. Para mí, un postre es como un sentimiento dulce, es la magia de crear momentos que recuerdas para siempre".
Halima Mourid
30 años. Safi (Marruecos). Creatividad y tradición árabe
"Nací en la ciudad costera de Safi y me vine a España hace 10 años para estar junto a mi marido. Soy madre de dos niñas, Sundus y Asil. Desde muy pequeña me han apasionado la repostería y las manualidades. A los 15 años empecé a experimentar a la hora de elaborar pastas y dulces. Mi primer experimento fueron unos 'cuernos de gacela', típico postre de mi tierra, que elaboré con la ayuda de mi abuelo. Ya en España, pasé por varios trabajos y al final decidí dedicarme a lo que más disfruto haciendo: elaborar tartas y dulces árabes por encargo. Sigo aprendiendo, formándome todos los días de forma autodidacta y endulzando la sobremesa de mi gente."
Ángel Segura
19 años. Alicante. Un alérgico enharinado
"Me considero una persona trabajadora, luchadora, humilde, creativa, perfeccionista y exigente. Vengo de una familia panadera y pastelera, así que se puede decir que he crecido con la repostería, siempre fijándome en mi hermano mayor, todo un profesional de la pastelería. Desde pequeño he tenido un gran obstáculo, que es la alergia a la harina. Sin embargo, dedicarme a esto es un sueño que llevo persiguiendo desde pequeño. Éste es el motivo por el cual estoy aquí, porque creo que ésta es la mejor oportunidad que la vida me ha brindado para cumplirlo."
Antonio Abad (Tonino)
41 años. Barcelona. Vivir a lo "dulce"
"He tenido innumerables empleos, pero nunca me identifiqué con ninguno. Cuanto más buscaba, menos encontraba. Pero nunca es tarde y, cosas del azar, las personas que más me quieren pusieron en mi camino lo que me apasiona: ¡Crear! Hacer feliz a alguien, dibujar una sonrisa, hacer de una reunión una fiesta… Son cosas que puedo hacer a través de la repostería, mi pasión, a la que me quiero dedicar en cuerpo y alma. Me levanto por las mañanas y pienso: ¿Qué dulce me pongo hoy?"
David Molina
32 años, Lleida. El recuerdo imborrable de un buen postre
"Soy padre de Enzo, la persona que verdaderamente me ha enseñado a ver la vida de otra manera. He crecido entre fogones, ya que mi padre se ha dedicado toda la vida a la hostelería. Fue él quien me enseñó la pasión, el esfuerzo, la perfección… Después de años haciendo cocina clásica me di cuenta de que el recuerdo con el que se quedaba la gente era el postre, así que comencé a copiar recetas, reinventarlas y trabajar en nuevas ideas. Aquí he encontrado el lugar perfecto para demostrar mi pasión, constancia, esfuerzo y perfección y para aprender a endulzar la vida a los que me quieren."
El mentor David Pallás
Una carrera ligada a la pastelería de autor
Arte y chocolate: estos son los conceptos a los que va ligado el trabajo del repostero David Pallás. Desde muy joven, se quedó fascinado por las posibilidades estéticas del cacao y se especializó en la creación de esculturas gastronómicas. Campeón de la Copa de España de Pastelería en el apartado de chocolate y colaborador en distintos medios especializados, centra toda su actividad en la democratización de la pastelería de autor. La creatividad y la búsqueda de texturas y sabores nuevos serán algunos de los retos a los que tendrán que enfrentarse sus nuevos alumnos.
Marta Dalmau
25 años. Valencia. Optimismo y estética a partes iguales
"Creativa, exigente, curiosa, con poca vergüenza y mucho sentido del humor. Hablo por los codos y siempre veo el vaso medio lleno o lleno entero. Antepongo el corazón a la razón, soy puro sentimiento. Me apasiona la moda -sin obsesionarme-, la fotografía y, por supuesto, la pastelería. Detallista sin remedio, no concibo la repostería sin cuidar la decoración al mínimo detalle. Mi color es el verde esperanza y si fuese un postre sería el pan con chocolate, que, como yo, no es el postre perfecto pero simboliza la felicidad."
Miriam Pérez
27 años. Vizcaya. La paleontóloga repostera
"Enamorada de los dulces gracias a mi abuela Juli, mi espíritu inquieto y mi enorme curiosidad me llevaron a ser paleontóloga, aunque nunca olvidé mi pasión por la repostería. Hornear, crear y decorar postres me aporta serenidad, ilusión y una alegría tal que sería capaz de iluminar el mundo. Me maravillan los ojos y las sonrisas de quienes prueban un postre, esa satisfacción nacida del placer de disfrutar de los olores, sabores y texturas. Quiero poder regalar eso cada día."
Antonio Valero
54 años, Palma de Mallorca. Un corazón apto para el dulce
"Soy muy positivo, muy alegre y hablador. Siempre estuve ligado al mundo de la hostelería, de hecho fui maître, aunque nunca me había adentrado de lleno en el mundo de la pastelería. Mi afición viene de forma accidental, nunca mejor dicho, porque hace unos años un infarto me dijo que me tenía que tomar la vida con más calma. Cuando estuve de baja, la repostería se convirtió en un refugio donde podía relajarme y desde entonces no he parado. El cuidado y los tiempos que necesita la repostería los he aplicado también a mi vida. Se puede decir que me ha ayudado a cambiar. Mi público es mi familia, mi mujer y mis hijos, que me han animado muchísimo a lanzarme y cumplir el sueño de estar en 'Deja sitio para el postre'."
Bernabé Gómez
19 años. Jaén. El benjamín del concurso
"Soy muy extrovertido. No podría imaginar mi vida sin el sentido del humor y trato de llevar esa alegría a la repostería. Desde pequeño, mi afición ha sido la cocina, pero mi verdadera pasión es la repostería. Todavía recuerdo el día en que mi tía trajo un brownie a una reunión familiar y me contó que ese postre nació a partir de un error: el olvido de la levadura por parte de su creador. Esa historia tan divertida y curiosa hizo que me picara el gusanillo. Desde entonces, he estudiado un grado medio para aprender y mejorar con un objetivo claro: convertir esta pasión en mi profesión."
Carla León
24 años. Tenerife. Poesía en una bandeja de pasteles
"¿Qué es la vida?
Un frenesí
¿Qué es la vida?
Una ilusión,
Una tarta o un bombón;
Y no hay capricho pequeño;
Que toda la vida es sueño
y los sueños dulces son."
Grandes palabras de Calderón de la Tarta, pastelería que he decidido abrir con mucha ilusión y cariño. Aunque en realidad soy actriz, he tenido la suerte de encontrar una pasión con la que ganarme la vida: la repostería."
El mentor Sergi Vela
La pastelería como forma de vida
Profesor de la Escuela de Hostelería y Turismo de Barcelona, Sergi Vela se ha formado en las mejores pastelerías y restaurantes del país junto a grandes figuras como Martín Berasategui, galardonado con siete estrellas Michelín, y en los fogones del propio Paco Torreblanca. El rigor define la trayectoria profesional de este joven cocinero, galardonado con el Spanish Chocolate Masters 2009 y 2010 y creador de la Mejor Tarta de Chocolate del mundo, según el World Chocolate Masters de París. Su rigor y pasión por la repostería, a la que considera una forma de vida más que un oficio, serán sus principales aportaciones a 'Deja sitio para el postre'.
Pablo Margos
23 años. Valencia. Basta ya de tanta paella
"Me considero una persona que sabe lo que quiere y que trabaja duro para conseguir aquello que se propone. Una parte vital de mi vida es la familia. Me he criado en una muy numerosa y todos hemos trabajado juntos, por lo que siempre hemos estado muy unidos, tanto en los buenos momentos como en los malos. Trabajo como cocinero de platos salados, la especialidad de la casa son las paellas, pero me apasiona la repostería. Quiero transmitir lo mismo que yo siento cuando elaboro un buen postre. Esa sensación de felicidad y del trabajo bien hecho es inmejorable, por eso intento ser el mejor y darlo todo en cada cosa que hago."
Ingrid González
37 años. Madrid. Del submarino a los fogones
"En mi vida he emprendido muchas aventuras, sueños e ilusiones, de hecho creo que he dedicado gran parte de mi vida a soñar, a lograr objetivos, a caer, a ilusionarme, a desilusionarme. Hace años un sueño comenzó a inquietarme, pero era un sueño que al despertar veía a años luz de mis posibilidades: vivir de la repostería. No tenía medios, ni experiencia, ni tiempo, así que lo dejé marchar. Pero un día llegó mi hijo Miguel. Mi vida se llenó de colores, muñecos, dibujos animados, sonrisas… Y sin saber cómo, de repente, la casa estaba llena de harina, azúcar, chocolate, moldes, libros de cocina, recetas... Poco tiempo después dejé mi trabajo como militar en su submarino torpedero y empecé a dedicarme en cuerpo y alma a mi dulce sueño."
Maripili Martínez
35 años. Cuenca. Una 'madraza' entregada al dulce
"Vengo de Motilla del Palancar, aunque mi corazón familiar es madrileño. Soy risueña, trabajadora, familiar, luchadora, muy expresiva y una madraza. Desde 2011 cuido de mi tarta más dulce: mi pequeña Inés, mi masa más perfecta, con la cantidad exacta de dulzura. La repostería es, desde hace muy poco tiempo, mi nuevo estilo de vida. No hay nada tan bonito como ver las reacciones que producen mis postres amateurs en mi familia. Disfruto muchísimo, me encanta y ya no concibo mi vida sin la repostería. ¡Y eso que yo era de salado!"
Alicia Piguillem
32 años. Barcelona. La tarta nupcial puede esperar
"Apasionada, sincera, espontánea y con afán de superación. La pastelería se ha convertido para mí en un proyecto de vida. Tal es así, que hace poco decidí dedicarme a la repostería profesionalmente, e incluso aplacé mi boda para vivir el sueño de estar en el obrador de 'Deja sitio para el postre'. Como la repostería, soy una persona en constante evolución. En la mezcla de ingredientes, en las texturas y sabores y en la exactitud de la alquimia que es la pastelería es donde encuentro el lugar perfecto para plasmar mis sentimientos y sueños."
Leo Ariocha Socarras
40 años, La Habana. El postre que llegó de Cuba
"Nací y me crié en La Habana. Desde muy pequeño, recuerdo a mi abuela y a mi madre deleitándonos con suculentos dulces. Mi vida nunca estuvo ligada a la cocina y menos a la repostería; sin embargo, en cada ciudad que visitaba sentía la necesidad de conocer y disfrutar de sus dulces y sabores. Hoy hace ya 15 años que vivo en España. Aparte de la danza, mi profesión, no hay nada que me haga más feliz que crear un postre para mis familiares y amigos. En esa elaboración pongo todo mi ser y mi corazón, mis recuerdos y lo que aprendo cada día. La repostería para mí es crear ilusión."
Valentín Ruiz
39 años. Ciudad Real. Una estirpe pastelera en plena renovación
"Extrovertido, apasionado, cariñoso, generoso con los demás, soy 'todo corazón', sensible, pero a la vez muy fuerte y de los que siempre se queda con el lado bueno de las cosas. Vengo de estirpe pastelera. Mi vida dio un giro de 180 grados al fallecer mi padre, cuando tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: hacerme cargo del negocio familiar, la pastelería 'Valentín', como se llamaban mi padre y mi abuelo. Compartir esto junto a mi madre ha sido uno de los mejores regalos que la vida me ha podido dar, además de mis dos hermanos, Ángel y Jaime, dos pilares básicos en mi vida."