Termina la carrera de Lucía para encontrar el amor en 'Ciega a citas'

La gran boda de Rodrigo e Irene está a punto de llegar y Lucía no las tiene todas consigo para ganar la apuesta que hizo con su madre. Necesita un traje ideal con el que acudir al evento pero que no sea de color negro, rematar su plan de dieta con un par de kilos menos en la báscula y, sobre todo, encontrar por fin a un chico que quiera acompañarla de la mano en este día tan importante. En juego no está solo una casa en Torrevieja... Lucía se juega su amor propio y su corazón a todo o nada.

El viernes, 26 de septiembre, a las 16.00, Ciega a citas producida en colaboración con Big Bang Media, llega a su fin después de 140 capítulos, en los que Lucía ha vivido un sinfín de avatares en su intento por ganar la apuesta que cerró con su inconformista madre, Maruchi. Lo hace con un 6,2% de share medio y cerca de 800.000 espectadores y convertido en el programa de televisión líder absoluto entre jóvenes (13-34 años) en su franja horaria, con un 10,4% de cuota de pantalla, 1,2 puntos más que su principal competidor.

Protagonizada por Teresa Hurtado de Ory (Lucía), a la que acompañan Álex Gadea (Sergio), Octavi Pujades (Carlos), Elena Irureta (Maruchi), Arantxa Martí (Irene), Joaquín Climent (Zabaleta), Marta Nieto (Natalia), Luis Fernando Alvés (Ángel), Rubén Sanz (Raúl) y Belinda Washington (Piluca), la serie ha contado con la intervención de actores como Antonio Resines, Carolina Bang, Silvia Tortosa, Pablo Puyol o Elena Ballesteros, entre otros, que han participado en divertidas tramas capitulares.

"Me voy a quedar con muchas cosas de este personaje. Ha sido muy importante para mí, porque era mi primer protagonista en una serie diaria, con todo el esfuerzo y el trabajo que supone, y además me ha dado muchas lecciones que puedes llevarte para tu vida", explica la protagonista, Teresa Hurtado de Ory. Ciega a citas. Es fundamental. Luego ya vendrán los que te quieran", confiesa entre risas la actriz.

"El público se ha enganchado a unos personajes con los que le ha sido fácil identificarse, porque el guión es una maravilla. Entre todo el equipo hemos formado una gran familia, y eso ha traspasado la pantalla", resume.

El tiempo límite se acerca para todos. La redacción de MorninGlory celebra su maratón solidario para recaudar fondos y comprar las acciones de la empresa a Almazán, aunque la cantidad que necesitan es elevada y nada parece garantizar el éxito. Por su parte, Rodrigo e Irene también están en una situación crítica: han tensado tanto la cuerda de su relación durante los preparativos de la boda que está finalmente amenaza con romperse y nada parece indicar que la boda vaya a celebrarse. Lo que debería ser un alivio para Lucía, pues así ganaría tiempo para vencer en la apuesta con su madre, termina convirtiéndose en un quebradero de cabeza: su corazón está dividido entre dos hombres, no consigue aclararse, y para colmo de males, Sergio está dispuesto a aceptar un empleo, lo que supondría decirle adiós para siempre.

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