'Trans-plantar'

mediaset.es 12/07/2017 11:10

Pep Noguera es actor, director y alma mater del grupo ‘Diabéticas aceleradas’.‘Trans-platar’, su última producción, trata el tema de la donación de órganos a través de un monólogo donde utiliza el humor y la sátira para narrar su historia.

El hecho de haber sido trasplantado de riñón y de páncreas, su experiencia, su sensibilidad y su sentido del humor nos conduce a hablar con él para que nos cuente cómo ha sido su proceso y nos acerque su obra, que está encandilando al público.

  • ¿Cómo cambió tu vida ese doble trasplante de riñón y páncreas?

Me cambió para bien. Aunque cuando te dan la noticia de que te tienen que trasplantar la verdad es que te da un poco de miedo, shock, inseguridad, todo. El proceso es un poco largo, con todas las pruebas que te tienen que hacer…. La primera llamada fue terrible. Llorando desde Mallorca hasta el Clinic de Barcelona, pero fue una falsa alarma. Hasta la segunda llamada no me hicieron el trasplante. Fue un poquito complicado, no se pudo hacer el doble trasplante, porque hubo complicaciones y solo me pudieron poner el riñón. Los tres primeros días no los pasé muy bien, pero al tercer día ya empecé a “florecer”, a encontrarme mejor, y a los diez días ya estaba en la calle.

La verdad es que lo noté muchísimo y tuve la suerte de no entrar en diálisis, (porque esto es suerte, es jugar a la lotería). Después de la recuperación, a los ocho meses me volvieron a llamar y me trasladé a Barcelona otra vez. De nuevo una falsa alarma, y luego ya me trasplantaron de páncreas.

Fue un cambio radical. Después de 48 años de ponerme insulina pasé a no hacerlo. Yo no creía en los milagros, pero esto ha sido un milagro para mí. Llevo cinco años con trasplante de riñón y cuatro con trasplante de páncreas.

Me han regalado vida para seguir viviendo y esto para mí, no tiene precio. Mi vida ha cambiado radicalmente en todos los sentidos

  • En otras entrevistas has dicho que durante muchos años no te habías cuidado nada, ¿te arrepientes?

La vida hay que vivirla lo mejor que se pueda. Yo no soy nadie para dar consejos porque me he pasado tres pueblos, en el sentido de que he disfrutado la vida, sobre todo mi profesión y mi trabajo. Hay que cuidarse siempre, estés enfermo o no lo estés, pero hay que vivir la vida. Con moderación, pero hay que vivirla, porque aquí estamos de paso.

  • Si tuvieras delante a las personas que te donaron los órganos, ¿qué les dirías?

Primero de todo les daría un abrazo muy grande. Luego les daría las gracias. La palabra es tan sencilla como gracias. No podría decirles nada más y me pondría a llorar, supongo. La verdad es que es muy emocionante llevar un órgano de un donante y que tú puedas estar aquí y el otro no esté… Es tan difícil de explicar. Yo soy actor y, quieras que no, siempre llevas los sentimientos a otros niveles, y cuando me trasplantaron de riñón lo primero que quería hacer era agradecerlo de alguna manera… Y pensé en hacerlo a través de un documental. También para explicar a la gente lo que es una lista de espera, lo que es un donante, lo que conlleva que te den unos órganos para que tú sigas viviendo. Hasta que llegó el momento en el que me dije “¿Sabes qué? Vamos a hacerlo como yo sé hacerlo, que soy actor, y vamos a hacer una especie de monólogo”.

  • ¿Cómo definirías la obra ‘Trans-plantar’?

Es un chute de vida. No tiene más sentido que ese. Es como un anuncio viviente.

  • Ha sido tu primer monologo, ¿no?

Sí, en mi compañía ‘Diabéticas aceleradas' llevamos treinta años y nunca habíamos hecho un monólogo. Siempre es comedia con tres o cuatro actores. Fue todo un reto estar solo encima del escenario, desnudarte, contar tu vida. Estar una hora y veinte contando tus vivencias, desde que nací hasta la actualidad con humor. Siempre he llevado mis enfermedades con bastante sentido del humor y los escenarios han curado mis depresiones.

  • ¿Es complicado tratar con humor un tema como la donación de órganos?

Para nosotros no. Con Tomeu Cañellas, que es el director y guionista, siempre hemos llevado los temas al punto del humor. Hay momentos en el monólogo que sí son cosas muy fuertes que me pasaron a mí en Madrid cuando ya estaba en decadencia de enfermedad, y claro, darle la vuelta a eso no era fácil. Pero es según cómo lo cuentas. Yo lo hago en tono de humor y la gente se ríe, aunque no es fácil.

  • Me imagino, porque al final es tu vida lo que estás contando.

Claro, sí, pero la cuento con mucha música e imágenes audiovisuales. Hay algún número musical, porque yo vengo del mundo del cabaret y siempre nos gusta que haya dinamismo en el espectáculo. Siempre me había reído un poco del mundo monólogo, hasta que te das cuenta de lo complicado que es, pero estoy muy contento y muy orgulloso.

  • ¿Qué Feedback recibes del público?

Que la gente vaya al teatro ya es complicado, tal y como está el tema de la cultura en este país. Como llevamos treinta años y tenemos una trayectoria, la gente ya nos conoce y viene a vernos. Pero esta vez viene a ver otra cosa: Estoy yo solo vestido normal, sin pelucas ni un vestuario extravagante, y empiezo a contar y contar.

El público escucha todo el rato y yo voy contando toda mi experiencia de los trasplantes… Por ejemplo, que les puse nombre a mis órganos. El riñón me los trasplantaron el día de Sant Jordi en Barcelona, donde se regalan libros y rosas, así que le puse Jordi. Al páncreas le puse Isidra, porque yo nací el día de san Isidro y como viví veinte años en Madrid, para compensar y tener la parejita. La gente se ríe de estas cositas, y yo lo hago con todo el humor del mundo. Digo que somos un trío, una familia, con mucho orgullo y qué bien nos lo pasamos. Me gustaría que el público se quedase con el mensaje final: regala vida para seguir viviendo. Es mi eslogan.

  • En España estamos bastante concienciados con el tema, y somos líderes en donación, ¿crees de todas maneras que queda mucho por hacer?

Siempre queda camino por recorrer y sobre todo con los recortes que nos ha hecho el Gobierno con el tema en Sanidad… Esto es un crimen, y la gente especializada en donaciones son unos ángeles. En la planta del Clínic de Barcelona, que es donde lo he vivido yo, son héroes, desde la señora que limpia hasta las enfermeras y los doctores.

  • ¿Cuál es tu siguiente paso?

Quiero dar charlas y estamos intentando hacer mi monólogo en hospitales. Matilde de la ONT piensa que es brutal: “Un actor trasplantado es un anuncio parlante”. Voy a hacerlo en universidades y demás. Al final, conciencias a la gente.