Adolescentes alemanes cuidan a bebés prestados

El Tribunal Administrativo de Colonia (oeste de Alemania) rechazó la demanda de un centenar de organizaciones dedicadas a las protección del menor que reclamaban la prohibición de un programa de telerrealidad de la cadena privada RTL que cederá bebés a padres adolescentes.

El tribunal argumentó que la prohibición del controvertido programa no entra dentro de sus competencias puesto que la serie, compuesta por ocho capítulos, ya ha sido grabada, y recomienda a la asociación Familiennetzwerk, que engloba a las organizaciones, que se dirija a los organismos de control de medios.

La producción, que empezará a emitirse esta noche en RTL, cede bebés y niños de varias edades a cuatro parejas de adolescentes, a los que se entrenará para la paternidad.

Un portavoz de la cadena celebró la decisión judicial y apuntó que el propósito del programa es que los jóvenes que desean ser padres en el futuro puedan acostumbrarse a las responsabilidades con el niño y con la pareja que supone la vida en familia.

Erwachsen auf Probe -Adulto a prueba- acelerará el proceso de la crianza de un niño desde un embarazo simulado hasta la infancia y la adolescencia, y lo reducirá a un único mes.

Las cuatro parejas y sus hijos ficticios serán sometidos a la vigilancia de las cámaras de televisión durante las 24 horas del día.

Tras un embarazo simulado y el cuidado de un muñeco en forma de bebé, las parejas que superen con éxito las primeras fases del programa recibirán entonces un bebé real, del que deberán ocuparse durante cuatro días.

Más adelante, y hasta completar ocho capítulos, las parejas escogidas acogerán a un niño de menos cuatro años, a otro en edad escolar y finalmente deberán ejercer de padres de un adolescente.

El proyecto ha sido concebido como una nueva vuelta de tuerca del popular programa Supernanny que enseña a padres poco habilidosos cómo se debe educar a los hijos descarriados.

Numerosas organizaciones dedicadas a la protección infantil como la Federación de Protección del Menor en Alemania (DKSB), SOS-Kinderdörfer y Pro Familia, y hasta la ministra alemana de Familia, Ursula von der Leyen, han criticado el programa.

Para la presidenta de DKSB, Paula Honkanen-Schoberth, la cadena asume un "alto riesgo" al separar a esos bebés de sus verdaderos padres para cederlos a unos progenitores ficticios, menores de edad y "en prácticas".

En su opinión, es "inaceptable" que "bebés indefensos" deban "pagar el precio" de que RTL quiera elevar su cuota de espectadores y sus ingresos publicitarios.

Según Honkanen-Schoberth, al someter a esos niños tan pequeños a "miedos existenciales", la cadena consiente que se les provoquen "graves transtornos en sus relaciones afectivas".

RTL se defendió de las críticas durante las últimas semanas argumentando que los padres que ceden a sus hijos para el programa lo hacen de forma voluntaria, pueden seguir la evolución de sus sustitutos ficticios en todo momento a través de monitores y pueden abandonar el proyecto en cuanto lo deseen.