Las Cuevas del Drach (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Playa Es Trenc (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Carretera a La Calobra (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Cala Llombards (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Mirador Ses Ánimes (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Playa Ses Illetes (Formentera)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Cala Pi (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Pico Puig Roig, en la Sierra de Tramuntana (Mallorca)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Na Ximena (Ibiza)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.Port Benirrás (Ibiza)
Bañadas por el mar Mediterráneo, se componen de un sinfín de atractivos que dejan un recuerdo imborrable en el visitante. Repletas de lugares especiales, solo hay que perderse un poco entre sus territorios para encontrarse con aquello que cada uno estamos buscando: un poco de paz que nos permita reconciliarnos con la naturaleza. Conducir por carreteras sinuosas vigilados por rocas imposibles hasta llegar a una cala de aguas turquesas y arena para acariciar, rodearnos de montañas cubiertas de vegetación mediterránea, asomarnos a un mirador para admirar los tajantes acantilados, hipnotizarse con un atardecer u ocultarnos en una cueva solitaria para meditar. En definitiva, disfrutar. Las Baleares te dan todo eso y mucho más, todo depende del espíritu con el que se camine.