Adiós al 'rey de los concursos' italiano

El presentador Mike Bongiorno, uno de los mitos de la televisión italiana y al que se bautizó con apodos como "el rey de los concursos" o "el príncipe de los presentadores", falleció a los 85 años por un infarto, en su residencia de Montecarlo, informaron hoy los medios de comunicación de Italia.

Bongiorno, nacido en Nueva York en 1924, presentó el primer programa emitido por la televisión pública italiana RAI en 1954 y en su larga trayectoria profesional se cuentan además 11 ediciones del Festival de la Canción de Sanremo.

Tras recibir la noticia de su fallecimiento, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, lamentó la desaparición de "un amigo", y apuntó que el gran sueño del animador televisivo era el de convertirse en senador de la República italiana. De origen ítalo-americano, tras la separación de sus padres se trasladó a Turín con su madre cuando era muy pequeño, y se inició en el mundo de los medios de comunicación a través de colaboraciones con el diario turinés La Stampa

Durante la Segunda Guerra Mundial, luchó al lado de los partisanos, y fue capturado por la Gestapo, tras lo que pasó varios meses en la cárcel de San Vittore, en Milán, y posteriormente fue llevado al campo de concentración de Mauthausen, de donde fue liberado antes del fin del conflicto gracias a un intercambio de prisioneros de guerra entre Estados Unidos y Alemania.

Tras esa experiencia volvió a Nueva York, donde . A principios de los 50 volvió a Italia, donde trabajó en un diario iítalo-americano y en la radio The Voice of America presentó Il motivo in maschera

En los noventa protagonizó una polémica con el semiólogo Umberto Eco, tras afirmar que durante un tiempo éste le había preparado las preguntas para su programa televisivo, algo que el ensayista italiano desmintió. Según Bongiorno, Eco se burlaba de él en sus artículos pero mientras tanto escribía los textos para su concurso.

Tras la RAI, Bongiorno presentó numerosos éxitos televisivos de los canales del grupo Mediaset, propiedad del primer ministro italiano, aunque posteriormente volvió a tomar parte en diferentes transmisiones de la RAI, y antes de morir colaboraba con el canal de televisión por satélite Sky.