César Millán: "El humano todavía no es el mejor amigo del perro"

César Millán.mediaset.es

Como muchos otros mexicanos, cruzó la frontera hacia EEUU en busca de una vida mejor, y ahora es el entrenador canino más famoso del mundo. César Millán, más conocido como El encantador de perros por su programa en Cuatro, está de con su espectáculo, en el que intenta reparar un fallo: aunque el perro es el mejor amigo del hombre, el mexicano reconoce que todavía "el humano no es el mejor amigo del perro". gira

Empezó cuidando manadas de perros junto a su abuelo en una granja en la ciudad de Mazatlán, en el noroeste de México, y en la actualidad tiene en su nómina de clientes a famosos como la televisiva Oprah Winfrey o al actor Nicolas Cage, además de haber vendido más de tres millones de copias de sus libros de adiestramiento.

El conocido entrenador asegura que al perro "se le juzga, se le maltrata y se le achacan muchas cosas negativas", al tiempo que explica que realiza su programa con caninos, el espacio El encantador de perros, y no con gatos porque los felinos "no son animales de manada".

César Millán, que nació en Culiacán (Sinaloa, México) en agosto de 1969, apuesta por rehabilitar al perro, su verdadera especialidad, cuando el animal protagonice un ataque, además de enseñar a los dueños a mantenerlo en lugar de sacrificarlo.

Así, en referencia a las razas potencialmente peligrosas como la de pitbull y rotweiller, Millán ha rehabilitado a perros que han matado a otros perros y han mordido a gente, incluyendo niños. El mexicano señala que el principal problema para que se rehabiliten es "el miedo de los humanos, que transmiten su temor a los animales".

No obstante, el adiestrador también afirma que "existe un porcentaje de perros a los que no se puede rehabilitar porque nacieron con problemas neurológicos", lo que se debe a que algunos criadores no tienen buena ética y "crían a los perros por dinero y no por buena genética".

Igualmente, Millán recuerda que sus técnicas funcionan cuando se continúan practicando. En esa línea, resalta que "lo que se ve en el show es una posibilidad, pero este comportamiento solo se puede mantener permanente si el humano practica" y, según apunta, es un procedimiento de "repetición de ejercicios, disciplina y afección".