Procesado por mentiroso el presentador de BBC que confesó un asesinato

Ray Gosling.mediaset.es

Un presentador de la BBC que afirmó en un programa sobre la eutanasia haber asfixiado él mismo veinte años antes en su cama de hospital a su joven amante, enfermo de sida, será procesado, pero sólo por malgastar el tiempo de la policía.

Una investigación que ha durado seis meses sobre el supuesto homicidio no ha dado fruto al no haber encontrado la policía ninguna prueba de lo afirmado en su documental por Ray Gosling, de 71 años.

Helen Allen, portavoz de la Fiscalía de la Corona dijo hoy que había comunicado a la policía del condado de Nottinghamshire la decisión de procesar al periodista, que comparecerá ante el juez el próximo 14 de septiembre.

Según Allen, Gosling "fue interrogado varias veces por la policía, que llevó a cabo una amplia investigación" de lo confesado por aquel en su programa.

La policía llegó por el contrario a la conclusión de que "hay pruebas suficientes para estar en condiciones de demostrar la falsedad de la confesión que hizo Gosling (en el programa)" y que hizo perder a la policía un tiempo precioso, explicó la portavoz de la fiscalía.

Fuentes policiales expresaron su frustración por el hecho de que los agentes encargados del caso hubiesen "malgastado cientos de horas" sin finalmente encontrar prueba alguna de lo afirmado por Gosling.

"Los funcionarios estaban obligados a investigar lo que parecía una admisión de homicidio, pero la cooperación del señor Gosling fue mínima. Tienen cosas más importantes que hacer. Lo sorprendente es que no se verificase lo afirmado en el programa antes de permitir su emisión", dijeron las fuentes al diario The Times.

En el programa, el periodista afirmó: "Yo maté una vez a alguien.Era un joven, había sido mi amante y tenía el sida. Un médico dijo que no podían hacer ya nada por él. Tenía fuertes dolores. Yo le dije al médico que nos dejara solos un momento. Cogí entonces la almohada y le asfixié hasta comprobar que había muerto".

El veterano presentador, un activista a favor de los derechos humanos, negó posteriormente haberse inventado la historia y dijo que había informado de lo ocurrido a algunos familiares de su amante