"Veo el mundo buscándole la coña a todo"

Ya ha pasado un mes desde que el sobrinisimo se puso al frente de Buenafuente ha salido un momento. Ya quedan atrás los nervios del principio y pese a que Berto alaba la labor de su jefe, no descarta volverse loco y quitarle el sillón al bueno de Buenafuente cuando vuelva.

¿Cómo definirías tu profesión?

Las definiciones son mi gran problema. La mejor definición es muy simple, la de humorista. Un tipo que se dedica a hacer reír a la gente de la manera que mejor puede.

¿Te ríes tanto cuando estás solo?

La verdad es que soy muy de reírme. Tienes un trabajo en el que estás todo el rato riéndote y al final, en tu vida real, eso es un cupo que ya tienes cubierto. ¡Yo ya estoy reído! De todas formas, siempre estoy pensando en cosas que te dan risa, y luego ves el mundo intentando verle la coña a todo. Hay veces que te ves riéndote de cosas que luego las piensas y dices: "Estoy loco".

¿Eres así con tus amigos?

No te creas, no soy el graciosillo del grupo, soy más de escuchar que de hablar. Es como si te vas a cenar con un cirujano y le dices: "Oye, ¿me puedes quitar el apéndice en un momentito?". En una cena siempre estás con el típico que te dice: "Cuéntanos unos chistes o hazte un monólogo", y en ese momento pienso: "Tierra, trágame". Hay momentos en los que me gusta disfrutar de los demás, riéndome de las cosas que hacen otros.

¿Te cuesta mucho sacar ideas?

Al principio era más complicado, porque cuando no trabajas mucho en el humor te cuesta, pero luego vas ejercitando el músculo y vas sacando cada día más y más ideas. Tu cabeza se prepara sola para buscar nuevas ideas.

¿Y de dónde las sacas?

El humor está presente en todos los lados. Lo único que hace el humorista es conectar una cosa y otra para que haga gracia. Una noticia del día puede no tener gracia, pero si la cuentas de otra manera puede ser la cosa más graciosa del mundo.

¿Tu humor viene de herencia familiar?

Uno es lo que le han hecho ser. En mi casa el sentido del humor siempre ha estado muy presente. Siempre nos hemos reído mucho, siempre se ha respirado mucho cachondeo.

¿Qué tal el nuevo reto como presentador?

¡Está siendo una montaña de sensaciones! Esta experiencia está siendo algo brutal.

¿Qué era a lo que más temías enfrentarte?

Lo que más preocupado me tenía eran los invitados. Hablar con una persona de tú a tú es mucho más complicado que hablar a una masa de gente que no tienes cerca y que no ves. Yo creo que al final lo hacemos bien porque tratamos a los invitados como reyes.

¿Buenafuente es buen jefe?

Muy bueno, pero porque no parece un jefe, es un amigo, un colega de trabajo. Es sorprendente que alguien que tiene ese nivel te trate como un igual. A mí siempre me orienta. Esa manera de tratar a la gente es una de las cosas que espero heredar de él.

En realidad, ¿te gustaría ser familia suya?

Si se da el caso de que alguien me tiene que adoptar... que me adopte él.

¿Controla mucho el tito

¡No te creas! Ha delegado todo el programa en mí y en el equipo. Sigue siendo el director y de vez en cuando llama, hablamos, opina y nos orienta. Se puede dar el gusto de no ver el programa...

¿Te dio algún consejo antes de irse?

Simplemente que me lo pasase bien, que eso era lo importante.

¿Qué pasara con Berto cuando vuelva el tito?

Esta pregunta parece metafísica, no lo sé. "En principio el plan es que cuando vuelva le dejaré su silla y volveré a mi sillón de colaborador, donde tendré muchas ganas de volver porque va a suponer una relajación importante.

¿Terminarás quitándole el programa?

No soy un tipo muy ambicioso, pero no descarto nunca volverme loco o que me pase algo paranormal y en septiembre me chifle porque me quitan le programa. Pero vamos, que me conozco y no creo que vaya a pasar.

Te vas con Buenafuente, Corbacho y El Follonero, de gira con El FolloneroTerrat pack.

¡Sí! Vamos los cuatro coleguitas por los teatros de España. Es la convivencia de los cuatro por todas las ciudades. Cada uno hará sus monólogos, pero también haremos piezas en común. ¡Va quedar una cosa muy chula!