Vista para sentencia la batalla entre Televisa y Univisión por el control de Internet en EEUU

El juicio entre Televisa y Univisión sobre la emisión por internet en EEUU de contenidos comunes quedó visto hoy para sentencia tras unos últimos alegatos que giraron en torno a los "mitos" expuestos durante el proceso.

Los abogados de ambas partes se esforzaron en transmitir al juez de Los Angeles su interpretación del contrato que vincula a estos gigantes televisivos en español desde 1992 y que resultó ambiguo respecto a los derechos para distribuir programas a través de nuevas tecnologías.

Aquel acuerdo, conocido como Program License Agreement (PLA), estableció el marco general de suministro por contenidos producidos por Televisa, entre ellos las populares telenovelas, a las cadenas del grupo Univisión para su emisión en territorio estadounidense a cambio de importantes sumas de dinero.

El contrato no incluyó cláusulas referentes a internet debido a que, por entonces, la red estaba en una fase primitiva y usó un lenguaje un tanto difuso a la hora de definir los límites de los derechos y las obligaciones adquiridos por los firmantes.

John Keker , abogado de Univisión, insistió en que los documentos de 1992 dieron a la empresa estadounidense la exclusividad "en cualquier formato" y aseguró que su cliente nunca habría accedido al acuerdo si no le blindara ante la competencia de su socio latinoamericano.

Keker afirmó que el contrato únicamente aceptó una posible emisión "accidental" de programas en EEUU por parte de Televisa en la zona fronteriza entre los dos países.

Por su parte, Herber Wachtell, defensor de los intereses del grupo mexicano, acusó a los letrados de Univisión de presentar una estrategia basada en 12 "mitos" o falsedades que fue desgranando poco a poco, un planteamiento que no gustó al juez aunque terminó por protagonizar la sesión.

Wachtell señaló que los acuerdos firmados concedían a Univisión una exclusividad de distribución reducida a las transmisiones convencionales de televisión y no prohibían que Televisa entrase en el mercado de EEUU en un futuro, siempre que diese la oportunidad a su socio de participar en el proyecto.

Asimismo, el abogado recordó al juez que Emilio Azcárraga Milmo, fundador de Televisa, quería que su empresa fuese lo más global posible y que ése fue el espíritu que se recogió en el contrato del 92. .

Se espera que la sentencia de este caso se dé a conocer hacia finales del mes de julio o principios de agosto. En los cuatro días de vista oral celebrados la segunda semana de junio declararon el actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, y, a través de una grabación, el que fuera dirigente de Univisión en 1992, Jerrold Perenchio.

Las directivas decidieron entonces dejar sus diferencias a un lado y continuar con el acuerdo que está vigente hasta 2017, a cambio de un pago millonario por parte de Univisión y sin definir por mutuo acuerdo los derechos de emisión en internet.

El canal estadounidense lograba mantener así el control sobre la distribución de las telenovelas de Televisa en EEUU, algo que según los analistas supone el 80% de los espacios de mayor audiencia de Univisión.