El consejero del PP en el CAC compara a Losantos con la niña de 'El exorcista'

El miembro del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) a propuesta del Partido Popular Fernando Rodríguez Madero ha marcado distancias respecto a la línea oficial de su partido al pedir un "exorcismo" para el locutor de la Cope Federico Jiménez Losantos.

En la comparecencia del presidente del CAC, Josep Maria Carbonell, ante el Parlamento autonómico para explicar los criterios por los que se han adjudicado 83 emisoras de FM (de 1.279 propuestas presentadas), Rodríguez Madero ha tachado de "miserable" a Luis del Olmo, con quien colaboró en Protagonistas (Punto Radio), y comparó a Losantos con Regan, la niña de El exorcista,

Rodríguez Madero, que se abstuvo en la votación en la que se decidieron las concesiones –protestadas por la Cope, Punto Radio (Vocento) y Unidad Editorial (El Mundo)-, ha asegurado que “hubiese sido muy fácil seguir las indicaciones del PP. Yo voto en contra, que es lo que se me pidió, y no pasa nada”.

Esta confesión ha causado “profundo malestar” en las filas del PP catalán, que junto a Ciutadans ha encabezado las protestas contra el CAC, al que se acusa de marginar a los medios no nacionalistas. Para el diputado autonómico popular Rafael López hay “poca transparencia” en el proceso de adjudicación.

Ante el Parlament, Carbonell defendió la “absoluta independencia” de los miembros de la institución que preside, a pesar de “las presiones, insultos y amenazas”. Reconoció su tradición “socialista y nacionalista”, pero se preguntó: “¿Para ser buen consejero no se tiene que tener ideología ni creencia?”.

Explicó que el reparto de licencias anterior a la decisión del CAC era resultado de un convenio entre la Generalitat y la Associació Catalana de Radiodifusió Privada, firmado el 14 de noviembre de 2003.

Ese acuerdo establecía que la ocupación era "temporal" y que las frecuencias no eran "otorgadas a nadie".

Añadió que, mediante la adjudicación de 2003, las empresas "no adquirieron ningún derecho ni la expectativa de ningún derecho", y puntualizó que las frecuencias estaban ocupadas "pero no tenían un titular legal".

Carbonell también ha revelado que el micrófono que se encontró oculto en la sala de plenos el día de la votación estaba activo.

También ha desvelado que un par de veces al año, un equipo de seguridad revisa su despacho.