El llamativo silencio de los medios cuando se denuncia el “periodismo de trabuco”

Las redes sociales han sido el único vehículo que han difundido la versión de Jesús Encinar ante una información de El Confidencial sobre su patrimonio. El fundador, junto a su hermano Fernando y César Oteyza, de la web inmobiliaria Idealista, ha respondido en su blog a la noticia "El imperio de los Encinar: controlan 130 de los pisos más rentables en Madrid", aportando una exhaustiva relación de datos que no ha llamado la atención de ningún medio de comunicación.

Antes del relato de los hechos, en el post titulado Periodismo de trabuco ¿El modelo de negocio de El Confidencial?, Encinar se reconoce "co-responsable de este periodismo de invenciones por no haberlo denunciado antes, incluso haber sido anunciante durante tantos años" –casi ocho, en los que dice haber pagado a El Confidencial "más de 600.000 euros"-, hasta que a principios de 2018 su web dejó de contratar publicidad.

"Me parece inaceptable y cruza todas las líneas rojas que El Confidencial se despache con un artículo lleno de insinuaciones y mentiras a renglón seguido de terminar una relación comercial de 8 años. Eso no es periodismo, es otra cosa", añade.

"Me sorprende que sea una noticia nacional para llevar a portada de El Confidencial que diera un préstamo a una empresa de amigos que se dedican a comprar pisos, sobre la que no tengo ningún poder, y que yo por mi cuenta también haya comprado varios pisos para reformarlos. No se me ocurre otro motivo para un artículo tan agresivo contra nosotros que una respuesta de El Confidencial a dejar de ser clientes ¿Se habría publicado ese artículo si en enero hubiéramos aceptado la subida de tarifas?", se pregunta el cofundador de Idealista.

"Si nadie se molesta en denunciar las noticias falsas y miramos para otro lado, acabaremos viviendo en sociedades donde cualquier manipulación sea posible", remacha Encinar, quien rescata un estudio reciente de dos investigadores del MIT publicado en la revista Science que señala que "las noticias falsas se difunden más rápido en redes sociales y se leen más porque son más divertidas y sorprendentes. Las noticias verdaderas dan menos tráfico porque son más comunes y están en más medios".

Encinar acaba dirigiéndose a los anunciantes de El Confidencial: "Les aconsejo prudencia si quieren reducir su inversión. No reaccionan con deportividad".