Vicky, ganadora de 'Masterchef 2': "Odio la tortilla francesa"

Vicky Pulgarín es la campeona de la segunda edición del concurso de La 1 MasterChef. Tras vencer en la gran final al joven Mateo Sierra, esta carnicera mallorquina de 31 años y en paro se ha embolsado un premio de 100.000 euros, publicará su propio libro de recetas y cursará uno de los prestigiosos programas de formación de la academia culinaria Le Cordon Bleu.

¿Qué ha significado para usted ganar MasterChef

Un logro, una experiencia, una competición ganada, y me siento muy orgullosa de mí misma, de lo que he conseguido y agradecida de cómo me han tratado. Estoy muy feliz.

¿Cuándo empezó a pensar que podía ganar?

Nunca lo he pensado, porque soy un poco negativa. Iba pasando las pruebas como quien no quiere la cosa, sin darme cuenta de que realmente estaba llegando a la final. Hasta que no dijo Pepe que había ganado no me lo creí.

¿Qué cree que le ha convertido en la ganadora?

Creo que he tenido suerte y que me lo he currado, y al final me ha llevado a este resultado. Ha habido risas y llantos, y se han visto en mí todas las sensaciones que puede haber en una persona. Me lo he currado y me lo he tomado en serio. A la hora de trabajar he estado ahí dando el callo y me ha salido bien. Estaba rico, vamos (risas).

¿Qué se lleva del programa?

Toda la experiencia vivida, el pack completo, incluido los compañeros, que son maravillosos. Nunca había convivido con tanta gente al mismo tiempo. También todo lo que he aprendido de cocina y a creer más en mí. Me ha enseñado mucho el programa.

¿Qué va a hacer con el premio?

Pues me gustaría utilizarlo para ir a Le Cordon Bleu e ir tirando. Allí hay que estudiar mucho y no puedes estudiar y trabajar a la vez, porque si suspendes lo pierdes todo, así que primero destinaré lo ganado a formación y lo que quede para ver si en un futuro puedo montar mi propio restaurante.

¿Se acabó la carnicería?

La carnicería siempre va a estar ahí, y también va a estar presente en la cocina. Y si algún día tengo que volver a ponerme de carnicera, pues lo haré, y si tengo que montar un restaurante-carnicería, pues lo montaré (risas).

¿Cómo va a cambiar su vida ahora? Porque vivía en Mallorca...

Yo no me quiero ir de Mallorca. Ya tener que irme un año a estudiar fuera me mata. Aparte de que tengo a mi novio, que viene conmigo. Pero claro, las oportunidades a veces salen fuera de Mallorca, porque al ser una ciudad pequeña no hay tantas salidas; pero creo que si las buscas las encuentras. Me va a costar encontrarlas, pero bueno, voy a ir a estudiar y haré unas prácticas en el restaurante de Jordi, de Pepe y Samanta, pero luego me volveré a Mallorca. Está claro que yo me quedo en Mallorca a vivir.

¿Cuál es su sueño?

Ahora mismo mi sueño es montar un restaurante y poner a mi madre conmigo en la cocina, pero tengo que darme prisa porque tiene ya 60 años.

¿Cuánto tiempo lleva con su pareja?

Vamos a hacer tres años, estamos todavía en la flor de la relación (risas), no se ha deshojado por el momento, estamos muy bien.

¿Cómo se conocieron?

Pues yo le limpiaba la casa, él necesitaba una chica para limpiar y yo me ofrecí. Yo tenía otro novio y lo dejamos, y él venía detrás de mí, pero a mí no me gustaba mucho. Siempre me decía de ir a cenar y yo le ponía excusas, y al final me gustó. Y mira que no me gustaba nada. Se lo llegué a presentar a una amiga pero tampoco le gustó, y mira, me lo quedé yo (risas). Para que veas, al final el amor sale de donde no te lo esperas.

¿Se plantea tener hijos?

No, hijos no quiero tener, no quiero responsabilidades. Además mi novio piensa como yo. Hoy en día la cosa está muy mal para tener hijos.

¿Qué ha aprendido que tiene que tener un buen cocinero?

Le tiene que gustar todo y comer de todo.

Supongo que seguía la primera edición de MasterChef

Los he visto muy parecidos, meten la misma caña. Me sorprende que en la tele las pruebas duren dos horas y nosotros estemos ahí todo el día.

¿Qué vamos a ver en su libro de recetas?

Recetas clásicas y de familia que las puede hacer cualquier persona. Hay un poco de todo: para picar, postres, comida caliente, fría... Todo muy asequible, que lo puedes encontrar en cualquier supermercado, sin cosas raras.

¿Qué le gusta comer?

Todo, sobre todo salado. Me gustan mucho las cosas crudas: pescados, sushi, almejas, ostras... La carne también me gusta, las aves... menos la tortilla francesa me gusta todo. La tortilla francesa la odio.

¿Conquista con la cocina?

Sí, he tenido unos cuantos novios que los he conquistado con la cocina. De hecho, cuando empecé con mi novio engordó unos cuantos kilos, y en cuatro meses que he estado en MasterChef ha adelgazado. Ahora le volveré a engordar.

Hemos hablado de hijos, pero no de matrimonio...

Ahora mismo no. Tenía mucha ilusión de casarme, mi padre siempre decía que le encantaría llevar a un hijo suyo al altar, porque le gustaba mucho el jolgorio, pero como ya no está pues se me ha pasado. Además, esa ilusión también la tenía porque quería un día para mí, que fuera mío, pero ya lo he tenido con MasterChef. Me he casado con MasterChef (risas).

¿Su padre murió hace poco?

Murió hace dos años, pero al ser un padre parece que fue ayer. Nunca se te olvida y siempre piensas en él. Para mí es como si no hubiese pasado el tiempo. Creo que le pasa a todo el mundo igual. Yo siempre hablaba de cocina con mi padre, porque le gustaba mucho.

¿Fue él quién le transmitió ese amor por la cocina?

Bueno, él y toda mi familia, porque a todos nos gusta mucho cocinar. Mi padre, estando en el hospital, veía a Arguiñano, leía revistas de cocina, le gustaba mucho. Y luego también a todos nos gusta el buen comer, nos da igual el pollo o el entrecot de ternera, que nos lo comemos todo.

¿Empezó a cocinar desde pequeña?

Sí, desde muy pequeña. Con ocho años o así empecé a plantar mis primeros pinitos culinarios. Hacía crepes, y bueno, los pegaba al techo, pero ya tenía iniciativa.

La cocina profesional es un mundo de hombres. ¿Cree que le va a costar más abrirse camino?

No creo que sea un mundo de hombres. Lo que pasa que los hombres se dedican solamente a la cocina. Cuando a un hombre le gusta la cocina se mete de lleno. En cambio, una mujer tiene otras responsabilidades. Nunca hay mujeres que solamente estén en la cocina. La mujer está en la cocina, con los niños, en estar guapa, está en todo.

¿Con quién ha hecho amistad en el concurso?

Con los jueces no podemos tener mucho contacto para no crear una confianza que pudiera interferir en la decisión final. Con Jordi, al ser los dos jóvenes, era más una relación de amor-odio. Luego, encima, tiene una manera de mirar... Pues que está bueno el chico. Y claro, te miraba así y pues qué le vas a hacer (risas). Samanta también era muy cercana y cuando podía se acercaba, pero le llamaban la atención. Y a Pepe no le conocía mucho, pero se le ve muy sentido, le ves que llora, y no sé, parece muy buen hombre.

¿Y entre los compañeros?

Con los compañeros me llevaba muy bien con todos, pero siempre compartes más con los que duermes. En mi caso, dormía con Milagros y con Lorena, y es con las que más afinidad he tenido.