La esposa del primer ministro danés, reina de la pista

Anne-Mette Rasmussen, esposa del primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, se ha convertido en un fenómeno televisivo en su país con su participación en el programa Vild med dans (Loco por el baile), equivalente al ¡Mira quién baila!.

Presentada como la gran atracción de la nueva temporada del programa, Anne-Mette se ha consolidado como una de las favoritas al triunfo, como destacan los tabloides daneses.

Esta pedagoga de 50 años y madre de tres hijos había mantenido un papel discreto en público, siempre a la sombra de su esposo, el liberal Rasmussen, que gobierna Dinamarca desde 2001. Hasta que el pasado junio decidió aceptar la invitación del canal semiprivado TV2 para participar en la nueva temporada de Vild med dans y dar rienda suelta a su pasión por el baile, después de consultar con su familia.

Los votos del público por SMS la salvaron de quedar eliminada en la primera ronda, cuando su estreno con una samba motivó que algunos diarios le regalaran epítetos como "apisonadora" y comentarios jocosos sobre su exceso de peso.

Pero Anne-Mette se ha sobrepuesto a las críticas rápidamente, e incluso en su tercera actuación fue segunda con una rumba que levantó elogios del público y de la prensa, tanto por su buena actuación y sus progresos como por su vestido provocativo.

En su diario semanal en el tabloide Ekstra Bladet, Anne-Mette relata sus esfuerzos diarios, su ilusión por ganar y algunos detalles picantes, como que a su marido le pareció "muy sexy" un vestido suyo en una actuación.

Y hasta el primer ministro, conocido por su carácter seco y agrio, ha mostrado su cara más amable, reconociendo en su página de Facebook sentirse "orgulloso" de su mujer, así como los nervios que pasa viéndola bailar sentado frente al televisor.

A Anne-Mette la ha apoyado en el plató toda su familia, menos Anders, porque su esposa así lo quiere para que la atención esté concentrada en la pista y no en el público, pero si sigue avanzando en el concurso ha dejado entrever que podría cambiar de opinión.

No falta quien considera todo un estudiado ejercicio para hacer "más humana" la imagen del primer ministro, aunque los numerosos rumores sobre su salto a un cargo de responsabilidad internacional en la UE o en la OTAN parecen restar solidez a esta teoría.

Y las opiniones vertidas en foros de Internet y en encuestas se concentran más en alabar el afán de superación de Anne-Mette, que la semana pasada convenció a jurado y público con un slowfox