Frank Cuesta, "secuestrado" en Tailandia

EUROPA PRESS 23/02/2015 15:20

Frank Cuesta se siente "secuestrado" en Tailandia. Ocho meses después de que Yuyee, la madre de sus hijos, ingresara allí en prisión para cumplir una condena por tráfico de drogas, el aventurero ya hace planes para el día después. "En el momento en que Yuyee salga de la cárcel, voy a cogerla y a los niños y y nos vamos fuera de allí. Vendremos a España para que ella y los niños aprendan mejor español y luego ya se verá".

Un proyecto de futuro que aparcaría su carrera en televisión -prepara para Discovery Max la tercera temporada de Wild Frank, que le llevará a Asia-. Algo que no parece preocuparle. "Esto tendrá un tiempo, vendrá un chaval más joven y harán un programa y se acabó. Tampoco tengo tanto recorrido; me estoy haciendo viejo", confiesa.

Como principal alternativa, "el tenis", deporte del que fue entrenador antes de que le descubrieran las cámaras de la productora Molinos de Papel. "Ya el tema de animales ilegales estoy que no puedo más ... me van a pegar un tiro al final", asegura.

De momento, el precio pagado es, en su opinión, la condena a Yuyee por una inexistente posesión de drogas. Ya le han tumbado el quinto recurso para ponerla en libertad condicional.

Cuesta sigue luchando por su libertad y llamando a todas las puertas que haga falta. Incluida la de Felipe VI. "Hace tres meses envié una carta al Rey, hace dos meses envié otra carta el Rey y hace un mes le envié otra. Estoy esperando que me responda si pudieran ayudar o no, solo eso".

En la espera, ejerce en solitario la paternidad. "Mis hijos son de lo más afortunados que hay en el mundo. ¿No te hubiera gustado a ti que tu padre dijera un día: 'A la mierda el colegio, vamonos a cualquier sitio'? Mis hijos están recibiendo una educación que muchos niños no reciben. Viven en la naturaleza, tienen muchos valores que muchos niños no tienen".

No está en contra de la escuela tradicional, pero no está de acuerdo con que los niños tengan que hacer deberes después de siete horas en el colegio: "Le he dicho a los profesores que mis hijos no van a hacer ningún deber y si se los mandan, los hago yo en diez minutos y nos vamos por ahí".