Jorge Javier Vázquez publica su primera novela, 'La vida iba en serio'

Jorge Javier Vázquezmediaset.es

Jorge Javier Vázquez disfruta con su trabajo en Telecinco, aunque también tiene claro que su vida es mucho más importante, y en ningún momento duda en defender a sus colaboradores y a Sálvame, cuyo éxito radica, según el presentador, en que el magacín de crónica social "es una telenovela". XL Semanal ha entrevistado al también conductor de Hay una cosa que te quiero decir, en la misma cadena, con motivo de la publicación de su primer libro, La vida iba en serio (Planeta), una novela con tintes biográficos en la que se enfrenta a su infancia y juventud.

El presentador explica con rotundidad a la citada publicación que el éxito de Sálvame

Y es que durante sus aproximadamente cuatro horas de duración en riguroso directo, Sálvame avanza informaciones sobre los famosos y la actualidad social, mientras que los colaboradores debaten entre sí, en ocasiones acaloradamente, durante toda la tarde de lunes a viernes.

Sin embargo, Jorge Javier ha negado que los tertulianos, como Kiko Matamoros o Chelo García Cortés, entre otros muchos, se pasen el tiempo gritando y usando un lenguaje soez. "Los colaboradores han conseguido convertirse en personajes muy cercanos al público", ha argumentado el catalán.

Al mismo tiempo, el conocido presentador tampoco ha dudado del regreso a la televisión de Belén Esteban, colaboradora estrella de Sálvame. "Está mejor que nunca. Ella quiere volver y nosotros queremos que vuelva", ha explicado.

Jorge Javier, que también ha dado las campanadas en Telecinco, confiesa que disfruta con su trabajo, en el que tiene la obligación de "distraer al personal", aunque tiene muy claro que su vida "es mucho más importante que su trabajo". "Esto se acabará, tarde o temprano y estoy preparado para que se acabe", ha reconocido.

"Mira de dónde vengo... todo lo que he conseguido es muchísimo más de lo que podría haber soñado. Yo jamás llegué a pensar que iba a conseguir esto", concluye este profesional que con 25 años salió de San Roque, "uno de los barrios con peor fama de Badalona", para trasladarse a Madrid.