Kanye West, plantado por sus cuñadas Kardashian en el desfile de Yeezy

De la tempestad... a la tormenta. Kanye West calentó que se presentaban al casting, en el que solo quería "mujeres multirraciales". Llegado el momento, cabreó al público, por el calor y por empezar el desfile con dos horas de retraso.

Su esposa, Kim Kardashian, acompañada de sus hermanas Jenner, fue el gran cebo de la cita, que si el año pasado fue en el Madison Square Garden, esta vez se trasladó a Roosevelt Island, una isla en el East River.

Lo que no sorprendió fue lo nuevo de Yeezy, que viene a ser más de lo mismo: colores nude y blancos, neopreno y algodón. De todas las prendas, lo que más llama la atención son las botas de PVC, las mismas que causaron tanto revuelo días antes cuando Kim Kardashian las lució.

Lo que realmente importó del desfile fue todo lo que lo rodeó: la polémica por el retraso y el calor, pero sobre todo las Kardashian, que en esta ocasión no acudieron en manada. Ni rastro de Kourtney ni Khloé, tampoco de la madre, Kris, de vacaciones en Europa. Únicamente Kylie, que hizo su primera aparición pública de rubia platino y con su novio, Tyga, y Kendall, que se decantó por un look chandalero con botines.

Kylie Jenner, la pequeña del clan y tan curvilínea como su hermana Kim, puede seguir los pasos de Kendall en el mundo de la moda. Los rumores han empezado después de que compartiera una imagen-cebo en su cuenta de Instagram.

La socialité, que triunfa con su línea de labiales a los 19 años, es una de las nuevas caras de la campaña #WangSquad Otoño 2016 de Alexander Wang, junto a otras it girls como Zoe Kravitz -hija de Lenny- y la modelo alemana Anna Ewers, además de Tyga.

De confirmarse los rumores, no sería su primera incursión en el mundo de la moda, ya que tiene una colección junto a su hermana Kendall, que se llama Kendall+Kylie, y este verano volvió a colaborar con Puma.