"Los niños son como un melón. Hasta que no lo abres no sabes si está bueno o malo"

Ramón GarcíaANTENA 3

Este bilbaíno se ha convertido en una de las caras más reconocidas de la televisión de nuestro país desde que empezó presentando programas como La ruleta de la fortuna o ¿Qué apostamos?, y nos ha acompañado durante muchas campanadas de fin de año. Ahora presenta la segunda edición del programa ¿Sabes más que un niño de primaria? en Antena 3.

Empezaste haciendo radio, luego lo has compaginado con la televisión, y te has convertido un poco en un 'hombre concurso' pero, ¿qué es lo que más te llena?

Me gusta trabajar en las dos cosas, tanto en la radio como en la televisión, pero yo soy un hombre de radio, aunque el gran público me haya conocido por la televisión. Lo bueno es poder compaginar las dos cosas. Aunque es un poco paliza, es algo que siendo de Bilbao se puede hacer.

Pero has sido el que ha dado el empujón a programas como ¿Qué apostamos? o ¿Qué apostamos? El Gran Prix

El Gran Prix, ahora mismo, se está vendiendo en todo el mundo, funciona muy bien. La vaquilla es un seguro de éxito, sigue estando muy relacionada con las fiestas populares de nuestro país. El programa es récord de audiencia en la televisión de Indonesia, que emite el programa original doblado a su idioma. Ver a Ramontxu hablando en indonesio es todo un espectáculo.

Entre todos tus oficios, también has sido pinchadiscos.

¡Sí hombre! Yo era muy mal estudiante y, cuando tenía 12 años, mi madre me puso a trabajar 'como castigo' en las salas de fiestas y discotecas del negocio familiar. Yo hacía de Dj y me dedicaba a poner discos y a darle a los botoncitos que encendían las luces de la discoteca. 1

¿Qué opinas de la televisión actual?

Contra lo que puedan decir muchos, para mí está mejor que nunca. Hay una oferta espléndida, jamás ha habido tantas cadenas. Cuando llegue el apagón va a haber muchísimas televisiones llenas de contenidos. La calidad es otro tema. Hay contenidos que me gustan más y otros menos, pero el espectador es libre de elegir lo que quiera.

Los niños son muy impredecibles y sorprendentes. ¿Cómo afrontas el reto de trabajar con ellos cada día?

Eso es lo bueno del niño. Los chavales son como un melón: hasta que no los abres no sabes si está bueno o malo. A mí me gusta que los niños sorprendan. Eso es lo que le da frescura al programa de televisión.

Visto lo visto en el programa, ¿realmente hay alguien que sepa más que un niño de primaria?

Hay quien se acerca, pero todavía no existe el concursante que haya pasado por aquí y que lo haya demostrado al 100%.

Y tú, ¿sabes más que un niño de primaria?

¡Qué va! Yo soy el peor de todos.2

¿Qué tipo de niño de primaria eras?

Yo he sido siempre buen chaval. Me portaba bien. No era un buen estudiante, porque era de notas más bien malas, sobre todo en ciencias, pero tenía buena conducta.

¿Cuáles son tus aficiones?

En mi tiempo libre me gusta, primero, estar con mis hijas. Por la mañana leo cuatro o cinco periódicos en papel, y me parece una gozada. Por la tarde, ahora en vacaciones, una buena siesta, luego una buena cena con un buen vino, y para terminar una copita mientras charlo con los amigos. Yo con eso ya estoy satisfecho.

Quiero recordarte un momento recordado por todos en la historia de Ramón García: Las campanadas de fin de año de 2005

¡Aquello tuvo mala rima! Pero al final jugamos con aquello que se montó, y fue genial. Que toda España esté pendiente de lo que dice Ramontxu me parece una cosa espectacular. No sé quién se lo inventaría, pero le tengo que dar las gracias porque fue maravilloso. Yo lo que intenté fue hacer como que no iba a decir nunca 'Feliz 2005', hasta que al final lo dije, y de fondo se oía: "por el culo te la hinco". Fue divertidísimo.