Una noticia falsa de un periodista aficionado de CNN provoca el desplome de Apple en bolsa

Steve Jobs.mediaset.es

Las noticias falsas sobre el ataque cardiaco sufrido por Steve Jobs, consejero delegado de Apple, que se propagaron en internet y provocaron pánico en el sector y el desplome de las acciones de la firma, han abierto en EEUU un debate sobre los riesgos del "periodismo ciudadano" .

La noticia la había recogido en su página web la cadena de televisión CNN a través de iReporter

El incidente no cayó en saco roto y ha abierto en EEUU el debate sobre los riesgos del llamado periodismo ciudadano o democrático, que convierte a cualquier persona con acceso a internet y algo que contar, en periodista potencial.

Presionados por la competencia de blogs y publicaciones independientes en la red, cada vez más medios de comunicación tradicionales recurren a la participación ciudadana para mantener su audiencia.

Para Dan Gillmor, director del Centro Knight para Medios Digitales de la Universidad de Arizona, la responsabilidad en la propalación de esta falsa noticia sobre Jobs hay que repartirla entre CNN, los otros medios de comunicación que difundieron la noticia e, incluso, los inversores que sucumbieron al pánico sin esperar la confirmación de Apple.

"CNN no especifica con claridad el contenido de iReport", opina Gillmor, que cree que el renombre de la cadena de televisión puede confundir a muchos lectores sobre lo publicado en la página. Efectivamente, iReport recibe al internauta con el lema "Sin edición. Sin filtro. Noticias" y aunque el logo de CNN aparece a menudo, hay que buscar concienzudamente para descubrir que la cadena "no garantiza contenido ni la cobertura informativa" de la página.

"Es necesario que la audiencia desarrolle un mayor sentido del escepticismo", apunta Gilmor, y que asuman que "nada es cierto hasta que se ha probado".

Para Rory Cellan-Jones, periodista especializado en tecnología de la BBC, los grandes medios de comunicación son los que más pueden perder si descuidan el control sobre las contribuciones de sus audiencias. "Si un medio profesional publica una información falsa de un periodista aficionado, ¿qué reputación es la que sufre?", se pregunta Cellan-Jones.

En EEUU, algunas de las grandes cadenas de televisión echaron mano de las redes sociales en internet para cubrir la llegada de los últimos grandes huracanes, ofreciendo testimonios de los afectados en zonas a las que ningún reportero pudo llegar.

CNN, por ejemplo, incluyó numerosos comentarios e información compartida por miembros de Facebook, MySpace y el servicio de mini-blogs Twitter, para cubrir la llegada del huracán Gustav a Luisiana el mes pasado.

KPLC, miembro de la cadena NBC, recibió durante la llegada del huracán Ike semanas después más de 2.500 mensajes y vídeos de afectados que los usuarios enviaron a través de sus teléfonos móviles usando una herramienta llamada Cell Journalist.