El fiasco de los Oscar "fue el final de televisión más extraño desde 'Perdidos"

El fiasco en el que se convirtió la gala de los Oscar con el premio a la Mejor Película, concedido por error a La la land en vez de a Moonlight, sigue coleando en Hollywood. La Academia de Cine ha lanzado un comunicado de prensa en el que pide disculpas por los fallos cometidos en los últimos minutos de la ceremonia.

"Lamentamos profundamente los errores que se cometieron durante la presentación de la categoría a Mejor Película durante la ceremonia de los Oscar celebrada anoche. Pedimos disculpas a todo el elenco y a los equipos de La la land y La la landMoonlight, decía la declaración oficial.

El presentador de la gala, Jimmy Kimmel, regresó la noche siguiente a la emisión regular de su late night en la cadena ABC y no dejó pasar la oportunidad para hablar del desaguisado en el que se convirtió una ceremonia que el anfitrión de 49 años llevó con profesionalidad.

"Excepto por el final, fue muy divertido. Fue todo muy bien. Estábamos avanzando y, de repente, de la nada, aquello se convirtió en una prueba de paternidad del talk show de Maury Povich. Fue el final de televisión más extraño desde Perdidos", dijo el showman.

"Estoy seguro de que al menos lo habéis oído; La la land fue, al mismo tiempo, la mayor ganadora y perdedora de la noche... Sabes que es una noche extraña cuando la palabra 'sobre' esLa la land trending topic, añadió el conductor, que aseguró que el final previsto para el espectáculo era él sentado con su amigo Matt Damon, al que machacó toda la ceremonia con sus bromas.

Un total de 32,9 millones de espectadores siguieron el 26 de febrero en la estadounidense ABC la ceremonia de entrega de la 89ª edición de los premios Oscar de la Academia de Hollywood, la audiencia más baja desde 2008, con un millón de seguidores menos que en la edición anterior.

The New York Times señala que se trata del tercer año consecutivo de disminución de la audiencia del evento del año para la industria cinematográfica en Estados Unidos. Los Oscar han perdido más de 10 millones de espectadores en los últimos tres años.