Carmen Martínez-Bordiú: Franco "no tenía tiempo de pensar en el sexo"

Carmen Martínez-Bordiú no se ha enamorado hasta los 60 años. Así se lo ha confesado la nieta del general Francisco Franco a su amigo Bertín Osborne, al que ha recibido en casa en el marco del programa de TVE En la tuya o en la mía. Tan criticada como alabada por hacer siempre lo que le ha dado la gana, la socialité reconoce: "¿Sabes cuándo he dejado de ser libre? Cuando me he enamorado. Si me preguntas de qué persona he estado enamorada, te diría que de Luis Miguel Rodríguez", con quien rompió en agosto del año pasado en medio de rumores de infidelidad por parte de él.

El empresario conocido como El Chatarrero -por su negocio de desguaces La Torre- es la última pareja conocida en la carrera amorosa de Martínez-Bordú, que comenzó con boda en el palacio de El Pardo con Alfonso de Borbón, en 1972, y con su abuelo, que gobernó España durante 40 años, como padrino.

De éste también habló la madre de Luis Alfonso de Borbón a preguntas de Osborne.

Según una de sus tesis, todo el mundo es bisexual, porque "lo dicen los médicos". "En la Antigüedad se estaba con hombres y mujeres. Todos somos bisexuales, luego depende de cada uno desarrollarlo o no. En las mujeres, por ejemplo, es más natural (duermes en la misma cama con una chica...). No es que lo diga yo, habla con cualquier médico", defiende ante el cantante y entrevistador de La 1.

Lo que da pie a que éste le pregunte sobre si esa bisexualidad fue desarrollada por el abuelo Franco: "No tenía tiempo de pensar en el sexo. El poder es una droga muy fuerte", responde.

El programa de TVE repasó el curriculum sentimental de Martínez-Bordiú. Ella sostiene que empezó a hacer una lista con los hombres con los que ha estado y que "el papelito era corto".

Abandonó a Alfonso de Borbón para fugarse a París en 1984 con el anticuario Jean Marie Rossi, con quien tuvo a su tercera hija, María Cynthia. El amor acabó en 1995, cuando retomó la ilusión con el italiano Roberto Federici, del que se separó en 2005.

Pasó por el juzgado de nuevo junto al cántabro José Campos, en 2006, un matrimonio que acabó siete años después

Osborne y su invitada también se detuvieron a rememorar la muerte del hijo mayor de Martínez-Bordiú, Francisco, fallecido en 1984 en acccidente de tráfico a los 11 años, cuando volvía de esquiar junto a su padre y su hermano Luis Alfonso. "No se me cayó ni una sola lágrima con la muerte de mi hijo. Era demasiado fuerte el dolor", confiesa.

El repaso a su biografía empezó por la infancia en el palacio de El Pardo, residencia entonces del jefe de Estado. "A mi abuelo (Franco) solo le veíamos a la hora de tomar el café, le dábamos un beso y nos íbamos a jugar; cuando crecimos comenzamos a verlo a la hora de comer".

"Mi abuelo nunca se metía en nada ni decía nada. La única anécdota que podría contar es el comentario que hizo al ver todos los bikinis que teníamos: '¿Aquí los compráis a peso?', dijo".

¿Y si Franco levantara la cabeza? "No te puedes poner en el lugar de mi abuelo, las cosas con como son y cambian", zanja.

Viniendo de donde viene, hay temas sobre los que prefiere abstenerse. "Nunca hablo de política, por razones obvias. Así que prefiero hablarte de otra cosa. Pero me encanta mi país, y he estado mucho tiempo viviendo fuera, y no me gustaría que se fuera al carajo", se limita a opinar.