
José o 'Joselito, el niño de la costa'. Un enamorado del toreo y de la vida
Sincero, activo y poco celoso. Así es José, el benjamín de los granjeros que, con tan sólo 21 años, está dispuesto a todo por encontrar el amor. Nervioso e impulsivo, no para ni un segundo quieto en la granja que su familia tiene a tan sólo 12 kilómetros de distancia de África, en la Cañada del Patriarca, en Tarifa.
El joven granjero se encarga de cuidar a sus más de 50 vacas y 200 cabras, además de conejos, caballos, gallinas y cerdos. Su jornada se completa empaquetando y vendiendo los quesos que fabrica su madre, Lorenza, y que él mismo vende en el mercado de la plaza de abastos de Tarifa.
La ingente actividad de la granja no le impide practicar otras actividades, como montar a caballo, jugar al fútbol, ir al gimnasio o pescar. Pero su mayor pasión es el toreo y, a golpe de capotazos, Joselito, el niño de la costa confía en encontrar a la mujer con quien, por fin, cortar las dos orejas y dar la vuelta al ruedo para acabar en el altar.
En su búsqueda, José espera encontrar una chica que sea alegre, luchadora y trabajadora. Una persona con la que pueda crear su propia familia en un futuro y mantener viva la actividad rural que le inculcó con tanto esfuerzo su padre, Mateo.
"Vivo en un sitio muy espectacular. Lo único que me falta es encontrar el amor de mi vida y una muchacha que se adapte a mí".





