Dos minutos y... gloria o expulsión

El público es el jurado más exigente. Lo van a probar los participantes en Todo el mundo es buenoen Telecinco desde el 25 de junio a las 22.00. Los espectadores del plató decidirán sobre las cualidades artísticas de los candidatos, y les pueden expulsar del escenario en cualquier momento si la actuación no es de su agrado. Cada noche se pone en juego un premio de 15.000 euros.

Basado en el formato original británico Don't stop me now (FreemantleMedia) y producido por Telecinco en colaboración con La Competencia (Granjero busca esposa), en el nuevo espacio tienen cabida desde la música a las coreografías, el humor, las invenciones.... Para alcanzar con éxito la fase final de cada edición y optar al premio, los participantes deberán mantenerse sobre el escenario durante dos minutos sin ser eliminados por el público asistente.

Los divertidos y sorprendentes métodos de expulsión de los concursantes estarán supervisados por el experto en efectos especiales Reyes Abades (nueve premios Goya). Además, participarán invitados famosos de diversos ámbitos -Pastora Soler, Eduardo Gómez, Manuel Díaz, Falete, Paz Padilla (madrina del primer programa) y Rossy de Palma en las primeras ediciones- y las intervenciones fuera de concurso de artistas internacionales que han triunfado con sus peculiares habilidades en programas de búsqueda de talento de otros países del mundo.

Para poder pronunciarse sobre los números, cada integrante del público contará con un mando que les permitirá votar a partir de los primeros 20 segundos de cada actuación. Si a lo largo de los dos minutos de su actuación un participante recibe al menos el 50% de votos negativos, éste deberá acabar y será eliminado de forma espectacular y fulminante.

"Todo el mundo es bueno mezcla diferentes ingredientes. Es un talent show, . Además, el humor muchas veces surgirá de la actuación de los concursantes, de su desparpajo, osadía o inconsciencia", explica Corbacho.

Corbacho ha añadido que "las actuaciones que se van a ver sobre el escenario son el plato fuerte del programa, aunque contará con una buena guarnición: los métodos de eliminación de los concursantes a los que el público decida expulsar. Vamos a ver gente empotrada, aplastada, quemada o lanzada al vacío...".

Para Pilar Rubio, uno de los puntos fuertes que a su juicio tiene el formato es "el factor sorpresa y la variedad de las actuaciones". "Resultarán claves: el espectador no se imaginará qué es lo que vendrá a continuación de cada número. Es un programa en el que todo el mundo tendrá su oportunidad y el público será el que valore cada una de las actuaciones. Además, aquellos que sean descartados por el público desaparecerán del programa de una manera espectacular: fuego, caídas, aplastamientos, etc... Es un programa perfecto para reír este verano".