El robot de cocina, 'chef' de Gloria Camila en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'

Colate, Gloria Camila, Falete y Bárbara Rey, en la cena de Gloria Camila en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.Colate, Gloria Camila, Falete y Bárbara Rey, en la cena de la segunda en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.

Hay momentos en la vida que basta con desear algo con mucha fuerza para que se haga realidad. Y ahora mismo, lo que más quiere en esta vida Gloria Camila es llevarse los 3.000 euros de premio en Ven a cenar conmigo, gourmet edition. La hija de Rocío Jurado y José Ortega Cano Ven a cenar conmigo, gourmet editionse convierte en anfitriona y cocinera para Bárbara Rey, Falete y Nicolás Vallejo Najera, Colate, y aunque ella va sobrada de desparpajo y simpatía para amenizar la velada, su talento en la cocina se alejará mucho de las expectativas de sus comensales. ¿Cómo resolverá la situación? La respuesta, el 11 de diciembre a partir de las 22.45 en Cuatro.

Gloria Camila, anfitriona en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.
Falete, Bárbara Rey, Colate y Gloria Camila en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.

¿Gloria es muy joven? Sí. ¿Gloria no cocina en su día a día? Sí. ¿Pero está Gloria sobradamente preparada para afrontar el reto de ser cocinera por una noche Todo irá bien. O relativamente bien, claro, porque ni toda la tecnología del mundo puede evitar despistes cuando te adentras en territorios desconocidos.

Cena de Gloria Camila en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.
Cena de Gloria Camila en 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.

Puestos a suplir carencias en la cocina, Gloria Camila apuntalará todas sus fortalezas como anfitriona. ¿Cómo? Luciendo palmito en modo pibonazo total. Algo que traerá de cabeza a Colate, que verá resurgir su pibonazo totallatin lover cual Arturo Fernández veinteañero, y que Bárbara y Falete cazarán al vuelo nada más llegar. Colate necesitará sujetarse los globos oculares con las manos para que no le salgan disparados detrás de Gloria. La velada estará cargada de recuerdos de familia y de historias que emocionarán a los presentes. Entre plato y plato, y aprovechando la ausencia de la anfitriona, serán sus comensales los que tiren de sus propias memorias, pues otra cosa no, pero de amores frustrados y suspiros al cielo todos están más que servidos.