El adelanto de 'Niños robados', el preestreno multicanal más visto de Mediaset

Niños robadosmediaset.es

Isabel Bravo lo contaba esta misma mañana en las escaleras de los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid: con 16 años dio a luz, el 6 de junio de 1982, a una niña en el depósito de cadáveres de la clínica madrileña Santa Cristina y cinco horas después le dijeron que el bebé había muerto y sin más le dieron el alta hospitalaria en un trozo de papel en el que se podía leer: "Déjala salir". El caso de Bravo -que hoy asistió a la declaración de siete médicos que la atendieron en el parto- podría constituir una de las tramas de Niños robados, la miniserie que Telecinco estrena los 16 y 17 de octubre en prime time.

El avance de la tv movie, que Mediaset España ofreció anoche de forma simultánea a través de todos sus canales (excepto Boing) a las 00.20, se convirtió en el preestreno multicanal más visto en su historia, con una audiencia media acumulada de 4.245.000 espectadores y un 34,1% de share.

Dos chicas (interpretadas por Macarena García y Nadia de Santiago), en los años setenta, coinciden, en una trágica carambola, decididas a afrontar sus embarazos en solitario.

En sus vidas se cruzan un ginecólogo sin escrúpulos (Emilio Gutiérrez Caba) y una monja empeñada en salvar a los niños (Blanca Portillo) de esas madres.

Con este punto de partida, la miniserie coproducida por Mod (Ágora, Caníbal) y dirigida por Salvador Calvo (La duquesa) reconstruye una oscura trama de adopciones ilegales relatada desde la perspectiva de las víctimas y también de los verdugos.

En la segunda parte de Niños robados, Adriana Ugarte emprende la búsqueda de sus orígenes. Una misión que puede terminar en decepciones.

Completan el reparto Alicia Borrachero, Eduard Farelo, Diego Martín, Silvia Marty, Patrick Criado, Belinda Washington, Pepa Aniorte y Manuela Paso.

Hoy, Isabel Bravo contaba en las puertas de los juzgados cómo acabó la primera parte de su historia verdadera, hace sólo tres décadas. Con el "déjale salir" en la mano, entregó el trozo de papel a un señor que estaba en una de las garitas de la clínica y éste abrió un portón de madera para que marchara. "Eso hasta el día de hoy", ha indicado.