La televisión pública es más necesaria cuantas más cadenas privadas existan

¿Defienden la necesidad de una televisión pública?

Contreras. Mantengo una opinión personal, que en ningún caso pretendo que represente a nuestro grupo. Creo que cuantas más televisiones privadas haya, más se justifica la existencia de una televisión pública.

Pero eso sí, radicalmente distinta a la que hemos conocido, que carece de todo sentido.

La televisión pública nace en Europa, no sólo en España, para cubrir al completo y al 100% el desarrollo del sector. Y se decide que se pueda pagar de la publicidad, porque también era importante que existiera una ventana televisiva para ella.

Ahora, pretender mantener ese modelo cuando el mundo entero ya es distinto, es una auténtica barbaridad. Y una irresponsabilidad en términos políticos y de mercado.

Sin agresiones a nadie, y sin polémicas con nadie, es de sentido común que la televisión pública en España tiene que cambiar de manera radical.

Además porque es la más potente de toda Europa, por esta coexistencia de las autonómicas y de la estatal.

Pero está muy bien que exista. Informativamente, con esta pluralidad, en la que cada grupo tiene su propia línea, saber que existe una televisión que debe cumplir criterios de objetividad, representar la voz oficial del Estado (no del Gobierno), hacer tareas y programas de servicio público (que las televisiones comerciales no podemos acometer por su falta de rentabilidad), atender a grupos sociales desatendidos por ser minoritarios.

Me parece que tendría todo el sentido del mundo. Y urge, a la vista de las circunstancias y del modelo que se nos presenta de cara al apagón analógico y a lo que falta por venir.

Hay un reto pendiente de los sucesivos gobiernos (que ahora mismo conviven operando televisiones públicas de los diferentes partidos) el asumir que esto no puede seguir así.

Vasile. Es importante que se entienda que cuando se habla de televisión pública no hay ninguna agresión a la gente que la hace. No se ha declarado ninguna guerra.

Lamento mucho no discrepar de José Miguel, porque, efectivamente, la función que ha tenido en los países europeos la televisión pública era la de hacer despegar el avión.

1 Cuando las compañías privadas han llegado al nivel en el que están, es evidente que la televisión pública pierde totalmente la motivación comercial que puede haber tenido antes.

¿Dónde empieza la contradicción? Una televisión pública que tenga una parte de financiación por parte del Estado, y una parte por la publicidad, será siempre una televisión comercial. Aunque tenga que vender un solo minuto, tendrá que hacer un tipo de televisión editorialmente hablando que no es un servicio público, sino que es un servicio al público para hacerle compañía y para venderle la publicidad. VIDEO 1

No tiene ningún sentido. Porque limita el mercado del que viven las otras cadenas. Y una vez garantizada la pluralidad, lo que falta es la compensación de la televisión que hacemos nosotros.

Me refiero a una cierta tipología de contenidos, que son exigencias de servicio público, nunca de una empresa privada. Cuanto más crece la oferta privada, es cuando más necesaria es una oferta pública.

Pero mientras venda un minuto de publicidad. Es difícil tener dos objetivos tan diferentes como el servicio público y la empresa comercial.

¿Entonces la reducción a nueve minutos de publicidad para 2010 en la TV pública les parece insuficiente?

Contreras. Tiene una cosa buena, y es que por vez primera un Gobierno haya admitido que tiene que haber un retroceso en la presencia de la publicidad en la televisión pública.

Es histórico y hay que reconocerlo y valorarlo en positivo. Dicho esto, la reducción es absolutamente inútil.

Vasile. No es insuficiente, es inútil.

Contreras. Es que nueve minutos por hora es lo que emitía TVE históricamente en estos últimos años.

Con lo cual, la reducción real es absolutamente nula.

Si no es un proceso creciente, carecerá de sentido y no será más que una declaración de intenciones.

Mucho más cuando nos encontramos ante una situación un poco ridícula. Cuando llegue la TDT, se supone que TVE más las autonómicas van a tener ocho canales en algunas comunidades.

Vasile. 72 minutos por hora de publicidad.

Contreras. Vamos casi a multiplicar por cuatro la presencia publicitaria en las TV públicas. Es un contrasentido que el Gobierno plantee que se va a reducir y que en la práctica sea que la vamos a multiplicar por cuatro.

2 Y enlazando con una cosa que decía Paolo al principio, y que quiero apoyar, es también muy importante entender que en estos debates, yo nunca entiendo por qué contestan los directores generales de las televisiones, porque es completamente ridículo.

Y curiosamente, quien debería darse por aludido, que es el Gobierno correspondiente, no responde.

Vasile. Mira para otro sitio.

Hablaba de las medidas que ha anunciado el Gobierno sobre la publicidad, pero el Ejecutivo todavía no ha concretado la creación del prometido Consejo Audiovisual. ¿Son partidarios de él o de la autorregulación?

Contreras. Ahí vamos a discrepar. Yo estoy en contra de lo que va a decir Paolo.

Vasile. En un país moderno, cuanta menos regulación hay, más moderno es el país.

El hecho de meter la censura, que luego siempre dependerá de una serie de cuestiones políticas o de lobbys, es una cosa peligrosísima, arcaica, y absolutamente sin ningún sentido.

Para otras cosas está la ley, el código penal, el civil...

Nadie quiere ser un territorio franco. No es una cosa que está fuera de la ley, como puede ser Internet, que no vive al margen, sino más allá del margen, porque lo que está en Internet muchas veces no tiene un domicilio.

La televisión vive de la concesión.

Simplemente pedimos no estar sometido a un poder que siempre es peligroso para la libertad de expresión. Estoy totalmente a favor de la autorregulación y de las sanciones penales y civiles que merecemos cuando hacemos algo que ya está previsto por la ley.

Contreras. Yo soy partidario de que existan organismos de regulación. Es bueno que existan.

Otra cuestión es qué funciones tienen, y hasta dónde llega su capacidad. VIDEO 2

Y creo que en España tenemos, desgraciadamente, muy mala experiencia con los organismos reguladores en otras actividades.

Porque al final los nombramientos acaban siendo pura representación de partidos políticos, en muchos casos, a veces, sin siquiera conocimientos específicos de las materias que abordan.

Con todo, hay dos caminos por los que no puede ir: Uno, por una composición puramente de representación política parlamentaria, que lleva al bloqueo absoluto y al hundimiento de la propia institución y, en este caso, de un sector muy dinámico que necesita organismos que no paralicen, sino que ayuden al desarrollo.

Y dos, también hay una dificultad para la selección de las personas.

Hemos tenido ejemplos, cada vez que se ha intentado unir a grandes sabios, a personalidades ilustres, a la hora de hablar del sector. La decepción ha sido bastante grande.

Hemos vivido épocas de conflicto que, seguramente, si hubiera organismos reguladores podían haberlos evitado.

Porque hay muchas cuestiones que están en la polémica diaria entre las cadenas que si existieran métodos de trabajo profesionalizados y personas de nivel.

Definirse a favor o en contra del organismo de regulación es completamente absurdo. A mí me parece que depende de cómo se organice. Si va a evitar conflictos, si va a ayudar a tener un interlocutor que en muchos casos no se tiene.

Vasile. José Miguel, no se puede basar en la utopía de un hombre que no existe. De un hombre no político, de un hombre que no tienen ningún amigo, ningún interés.

Imagínate, en un país politizado como es éste, cómo podría ser un Consejo Audiovisual que tenga una autoridad sobre los contenidos.

Aparte que esto luego te condiciona la trayectoria de una empresa.

Es un monstruo jurídico e industrial. Deberíamos ser capaces de autorregularnos por lo que son cosas absolutamente indispensables para la convivencia.

Pero que el control de los contenidos dependa de la política, porque al final es esto, lo veo como un paso atrás muy, muy peligroso.

Contreras. A mí, a cambio, también me parece peligroso que el control de los contenidos dependa de los ingresos económicos de un empresario determinado, que le lleve, en caso de duda, de si tiene que controlar los contenidos que hace, o tiene que ganar más o menos dinero, se acabe inclinando a esto último. Eso es peligroso.

Vasile. No es que los contenidos malos sean más rentables que los contenidos buenos. Siempre y cuando sepamos decir cuándo es bueno o malo.

Contreras. Pero ahí ya estaríamos en un caso de estulticia y de estupidez. Alguien que es capaz de hacer contenidos nefastos y que encima le sean deficitarios, a éste no habría ya que autorregularle, sino que enterrarle directamente.

En cualquier caso, la actuación de un Consejo sería a posteriori de una emisión susceptible de exigir responsabilidades. Para eso hay tribunales a los que acudir.

Contreras. Es que son dos cosas distintas. Una cuestión es la comisión de un delito. Es indiscutible. Si alguien comete un delito, para eso están los tribunales.

Otra cuestión distinta es que exista un organismo regulador de un sector que ayude a ir resolviendo los conflictos antes de que surjan.

Al final, lo menos importante que me parece es la emisión de un programa o no, porque no creo que sea para eso para lo que estén.

Más allá de dar líneas generales, que además están escritas en Europa, tampoco vamos a inventar en España un modelo de contenidos diferente al que existe en Europa, que se limita básicamente a la protección a la infancia, y a determinados aspectos concretos y ya está.

El que tuviera la pretensión de que fuera un organismo censor, coincido por ese lado en que es una aberración.

Pero hay otros temas. Por ejemplo, me meto yo solo en un lío que no debía y no quería.

Buena parte de los líos que ha habido con los derechos deportivos, en realidad deberían ser innecesarios. Si se han producido, es precisamente por la inexistencia de unos mecanismos claros que digan cómo tienen que funcionar. Pero si interviene Competencia, un organismo político.

Vasile. Un conflicto de este tipo no lo va a dirimir el Consejo Audiovisual. Estos son problemas entre empresas y contratos. El Consejo Audiovisual, los políticos lo piden y lo quieren para controlar la televisión. VIDEO 3

Y en esto tenemos que resistir. Luego, si reparte las frecuencias, dirime conflictos de tipo técnico esto es buenísimo.

Son funciones que ya están en varios ministerios. Y son todos madrastras, no tenemos una madre. Están todos para castigarnos, nadie para defendernos.

Otra cosa es dar a un grupo de personas que, de manera directa o indirecta, pueden estar sujetos a la contaminación de la política o de los lobbys, el poder de decir esto sí, esto no.

Contreras. Tiene un matiz. Yo no coincido con que los políticos lo que quieran es controlar. Hay diferentes tipos de políticos y creo que existen políticos.

Vasile. No me refiero a ningún político en particular.

Contreras. Los políticos, en principio se supone "aunque no siempre lo hacen- que representan a los ciudadanos. Y estamos hablando de las televisiones, que son concesiones públicas que hemos ganado en concurso".

Vasile. ¿Puedo decir sólo una cosa? ¿Por qué el ciudadano tiene, no sólo derecho, sino que le reconocemos la capacidad de elegir al político que le gobierna, y no le reconocemos el derecho y la capacidad de elegir el programa que prefiere? ¿Por qué el ciudadano, cuando es elector, es un genio, especialmente si me ha votado, y cuando ve la televisión es un cretino que no sabe distinguir, y que tiene que tener otro que le dice esto lo puedes ver y esto no?

El ciudadano es el verdadero Consejo Audiovisual.

Un programa, si la gente no lo ve, sale de la televisión.

Sale expulsado sin ninguna ingerencia política ni lobbystica. VIDEO 4

Contreras.

En el tema de los contenidos, si alguien, libremente, realiza actos que pueden ser perjudiciales para la infancia o determinados sectores, me parece bien.

Vasile. Pero eso ya existe.

Contreras. Que el juicio no sea decir; "No, no, como los niños lo ven, está legalizado y se puede hacer". No. Es que si está mal, está mal.

Vasile. Para eso no hace falta que exista un Consejo Audiovisual.

Contreras. Se han cometido muchos excesos en España en esas materias, empezando por las televisiones públicas.

También el modelo televisivo español ha tenido un avance que no reconozco cuando veo informes que publica a veces gente que enjuician.

Vasile. Que serían los del Consejo Audiovisual.

Contreras. Por eso decía antes, que ése es el peligro. Pasa en la prensa también.

Emitimos programas como Padre de familia. Esta serie se emite en Estados Unidos a las ocho de la tarde, en Fox, la cadena de Rupert Murdoch.

Vasile. El país más puritano del mundo.

Contreras. Yo me he encontrado aquí hasta periodistas que dicen que es una vergüenza, que cómo se emite. Oiga, no confunda usted el ser rompedor, provocativo, ingenioso...

¿O es que esto sólo hay que sustituirlo por una televisión blanca, evangélica? Depende, evidentemente.

Vasile. Imagínate que esto seguro estará en el Consejo Audiovisual.

Contreras. VIDEO 5 Por eso es muy importante que exista información, argumentos, y que te puedas defender.

Que no pueda ser que volitivamente haya unos tipos que para justificar su trabajo.

Vasile. El riesgo es la discrecionalidad.

Contreras. Tiene que ponerse por escrito, y ver cómo funciona. Se pueden regular muchas cosas, como la manera de comprar un derecho deportivo y cómo se vende. Yo preferiría que esto estuviera regulado, en vez de tenerme que pelear con nadie.

Vasile. Pero no me refiero a esto. En todo sería mucho mejor un asesoramiento preventivo del órgano que te controla. Pero depende de qué.

El mío no es un argumento demagógico, es una postura libertaria.

Esto sí, pero para mí es liberticida dejarlo en manos de unas personas, que luego hacen de esto el motivo de su vida, de la realización de sus sueños y muchas veces la descarga de sus frustraciones. La vulnerabilidad del ser humano es enorme cuando tiene un poder en la mano.

Y, además, los ejemplos de los Consejos que ya están en marcha en algunas autonomías tampoco son muy esperanzadores

Contreras. Yo creo que no.

Vasile. Por eso. Eres un utópico.

Contreras. Sí. Pero me ha ido bien en la vida así.