Una televisión para olvidar las cadenas

En la cárcel de Dueñas (Palencia), los internos se han convertido en estrellas de la pequeña pantalla. Gracias a un proyecto de Francisco Sánchez, director de la Escuela de Cine de Palencia, han abierto una nueva ventana para relacionarse con el exterior: La Moraleja TV, una televisión creada por y para los internos.

El canal tiene una audiencia potencial de 1.750 espectadores (la totalidad de los presos del centro), aunque los días en los que hay partido de la Champions tiene que batallar con la competencia.

Francisco Sánchez imparte el curso de audiovisuales para los internos que luego pasan a formar parte del taller de televisión: "Vemos más útil prepararlos como técnicos audiovisuales que como directores de cine", apunta.

El 19 de noviembre, La Moraleja TV celebró la gala de presentacíón de temporada con actuaciones en directo, vídeos promocionales y, como en las grandes cadenas, presentadores estrella, Alexandra y Robin: "Ninguno de los asistentes se esperaba una oferta tan amplia", cuenta Francisco Sánchez.

Entre las novedades de la programación, además de un concurso en el que se busca al Mejor deportista, ya se ha empezado a grabar que interpretan a cuatro presos que tienen como nexo de unión al profesor de un taller muy particular. una serie en las celdas de la prisión, De puertas adentro

Los personajes: una chica que esconde un secreto, otra que acaba de dejar a su pareja, y un preso que tiene que sacar a su compañero de todos los líos en los que se mete.

Las dos protagonistas femeninas comparten celda, al igual que la pareja masculina, y en los capítulos contarán sus vivencias dentro de la cárcel, con tintes autobiográficos de todos sus compañeros, mostrando el día a día de la cárcel de Dueñas.

Los actores han pasado un casting complicado, ya que muchos de los internos no quieren salir en la televisión por vergüenza a que alguien se entere de que están allí. También a la hora de adjudicar los papeles femeninos lo han tenido difícil, porque de los 1.750 internos sólo son 60 mujeres. Los decorados de la serie están colocados en el módulo femenino, que es el cuenta con más espacios libres.

La trama está firmada por Ricardo, uno de los coordinadores, y va escribiendo los guiones con la vista puesta en posibles cambios en el reparto, como aquellos a los que obliga el traslado de alguno de los actores.

Además, tienen en emisión cuatro programas de temática muy variada, en los que colaboran todos los internos del centro. En , en 60 segundos pueden hacer lo que quieran, ya sea cantar, contar un chiste, bailar, recitar un poema o dedicar unas palabras a alguien. Un minuto de gloria

Cada preso sólo puede aparecer una vez, y cuando se cumple el tiempo, la imagen se corta : "Hay veces que terminan antes de tiempo, y se tienen que quedar delante de la cámara hasta que se cumpla el minuto, y otra vez, uno estaba contando un chiste y le cortaron el final, así que dejó a toda la prisión en ascuas", recuerda Francisco Sánchez.

Al aire es un programa de televisión en formato radio al que los presos envían cartas con peticiones y saludos, en el que también hay entrevistas.

Alexandra viene de Colombia, y es la dicharachera conductora del magazine Música y músicos, en el que entrevista a compañeros internos con una trayectoria musical, así como a cantantes y grupos del exterior de la cárcel. "Nunca había hecho nada de esto, y al principio pasaba muchos nervios, pero cada vez lo hago más tranquila", cuenta la presentadora. La experiencia le resulta muy grata porque, además, "se colabora con el entretenimiento de los compañeros".

Alexandra se ha convertido en un rostro popular dentro de la cárcel de Dueñas. Su familia ha podido ver su programa porque les han enviado vídeos a través de Internet, y ella misma reconoce que cuando salga de la prisión le gustaría estudiar "algo de esto": "Estoy aprendiendo a defenderme frente a las cámaras, ya no me ciño al guión, y muchas veces me van surgiendo preguntas durante el programa".

Ernesto se encarga de la realización de muchos de los programas , y le gusta su cometido, aunque no piensa en dedicarse a esto cuando salga de la cárcel: "El taller de audiovisual y las prácticas en la televisión son una gran oportunidad para la reinserción de los internos, pero cuando entré en prisión sólo me quedaba un año para terminar Ingeniería informática, y me gustaría dedicarme a lo mío".

El realizador ha aprendido a defenderse en los diferentes tipos de programas y a aceptar las críticas de los compañeros, aunque cuenta que "cuando hay fallos siempre les explico que no todo depende de mí".

Para él, esta es una experiencia muy agradable que le ayuda "a salir de lo cotidiano y pasar la condena mucho más rápido" y que, además, "le ha ayudado a hacer grandes amigos".

Ahora el reto es conseguir que su programación pueda verse más allá de las rejas de la prisión, y que la gente de fuera disfrute del trabajo que, durante 6 horas y media diarias, realizan los reclusos de Dueñas.