La esposa de Paco González, apuñalada a "un centímetro" del corazón

La esposa de Paco González, apuñalada a "un centímetro" del corazónmediaset.es

Maite Iñigo Aliagas, esposa del periodista deportivo Paco González, de la cadena Cope, ha relatado en el juicio contra sus agresores que uno de los acusados le dijo al abordarla que iba a matarla, ya que tenía que morir y no podía salvarse. "Me dijo 'lo siento' y me clavó el cuchillo", ha narrado la mujer, quien ha dicho que es un milagro que ella y su hija estén vivas. "Me acuchilló con todas sus fuerzas y gracias a Dios no me dio en el corazón, sino un centímetro más allá", ha manifestado.

En febrero de 2014, Maite y su hija fueron abordadas en su vehículo por Lorena G. e Iván T.P. después de dejar al hijo menor del locutor radiofónico en su colegio. En el ataque, recibió varias puñaladas pero logró zafarse de sus agresores con ayuda de su hija. Tras el suceso, los acusados fueron detenidos.

Los agresores se sientan en el banquillo por la comisión de un delito de proposición para cometer asesinato, un delito de tentativa de homicidio, un delito de lesiones con instrumento peligroso y otro delito más de proposición para cometer asesinato.

A escasos metros de sus agresores, la mujer de González ha relatado tras un biombo que tras dejar a su hijo en el colegio sucedieron los hechos. "Lo recuerdo todo porque está presente en mi cabeza y no consigo olvidarlo", ha dicho.

Así, ha narrado que cuando su hijo bajó del coche se disponía a arrancar. "Sentí que la puerta del copiloto se abrió de nuevo. Pensé que era mi hijo. Entró una persona completamente vestida de negro y totalmente tapado. Llevaba un cuchillo grandísimo y me lo puso en el pecho. Me dijo: 'Te vengo a matar'. Pensé: 'Dios mío, ayúdame a salir de ésta'. Le dije a María que saliera. Él me agarró del brazo y me dijo que ni se me ocurriera salir. Pensé que era un drogadicto", ha recordado con voz temblorosa.

"Me dijo que me tenía que matar y que tenía que morir. Le pedí que saliera mi hija para que no me viera morir. Seguía pensando que era un drogadicto. Y me ordenó que arrancara el coche. Yo intentaba mantenerme con fuerzas para salvar esta solución. Me decía: 'Tienes que morir y hoy no te vas a salvar", ha contado.

Tras ello, según su relato, una mujer entró en el coche. "Pensé que se había acabado y que me iba a degollar. Y desesperada por vivir, le dije que tenía a la Policía detrás. Y era mentira. Le dije que por favor no me matara", ha relatado rompiendo a llorar. "Me dijo 'lo siento' y me metió la cuchillada", ha agregado.

En ese momento, su hija le imploró al hombre que no matara a su madre y se abalanzó contra él. "Cogí el cuchillo con las manos. Mi hija estaba encima de él. Pensé que me destrozaría la mano pero con ese cuchillo no podría matar", ha narrado. Cuando su hija salió, intentó atacar a Lorena, pero ésta la propinó una puñalada en el tórax.

Tras huir los agresores, pidieron ayuda a las personas que se encontraron. Les dijeron que fueran al hospital ante la gravedad de las puñaladas. En el hospital, no recuerda nada hasta que despertó en la Unidad de Cuidados Intensivos.

También ha contado que relacionó lo que había pasado con un hecho que le había contado la Guardia Civil en relación a que al parecer una persona había contratado a unos búlgaros para acabar con su hija. "No le dimos importancia", ha dicho.

María, la hija del matrimonio, ha contado que solía acompañar a su madre para dejar a su hermano. "Una persona entró y sacó un cuchillo y se lo puso en el costado. Nos dijo que no hiciéramos ninguna tontería. Yo, como pude, mandé un mensaje. Me dijo que a mí no me iba a pasar nada y que a mi madre sí", ha recordado.

Tras ello, ha contado que su madre le pidió al agresor que por favor no la matara delante de su hija. "Mi madre le dijo que la Policía estaba detrás. La mujer entró y le clavó el cuchillo. Lo único que se me pasó por cabeza es que yo no podía permitir que mataran a mi madre. La otra persona me clavaba el puñal. Conseguimos salir del coche y caímos en el exterior", ha agregado.

El fiscal solicita que la acusada cumpla 34 años y medio de cárcel en un centro penitenciario psiquiátrico, ya que quiere que se le aplique la eximente completa del artículo 20.1 del Código Penal por alteración mental. Además, reclama que su entonces novio cumpla 20 años de prisión.

En su declaración, la acusada ha asegurado que se siente "muy culpable" y ha destacado que espera que sean felices y que "ojalá la puedan perdonar". "Me siento muy culpable y estoy muy muy arrepentida. Ojalá estas personas puedan perdonarme. No era mi intención hacerles daño. Ojalá sean felices y que no tengan miedo, porque no les va a pasar nada", ha declarado la acusada nada más iniciar su declaración.

"Me enamoré obsesivamente. Pensé que era el hombre de mi vida", ha aseverado.