Las visitas de Mirador de Montepinar

Conocidos personajes visitarán Mirador de Montepinar en la sexta temporada de 'La que se avecina' (Telecinco): Adrià Collado vendrá con la firme intención de quedarse; Silvia Abril brindará su inestimable ayuda a su hermano con el negocio; Antonia San Juan y Fernando Tejero zanjarán ciertos asuntos del pasado; Mario Vaquerizo será el representante de Lola; y Paz Padilla se interesará en un mercadillo benéfico.

Además, la comedia contará con los 'cameos' de Asunción Balaguer, Marina San José y Luis Larrodera, que se pondrán en la piel de una mujer que se fugará de una residencia de ancianos, una empleada de la compañía en la que trabaja Judith y el jefe de la atractiva psicóloga, respectivamente.

De repente y sin anunciar su visita: así llegará Fermín al complejo residencial, un hombre hecho a sí mismo, pintoresco, extrovertido y figura clave en la turbulenta vida sentimental de Estela Reynolds. Nervios a flor de piel y una profunda conmoción son los efectos colaterales que causará en Lola, con la que guarda una estrecha relación. Tras años sin verse, Fermín y Estela (Antonia San Juan) se reencontrarán y volverán a aflorar viejos sentimientos en la ciclotímica estrella del destape.

De repente y sin anunciar su visita: así llegará Fermín al complejo residencial, un hombre hecho a sí mismo, pintoresco, extrovertido y figura clave en la turbulenta vida sentimental de Estela Reynolds. Nervios a flor de piel y una profunda conmoción son los efectos colaterales que causará en Lola, con la que guarda una estrecha relación. Tras años sin verse, Fermín y Estela (Antonia San Juan) se reencontrarán y volverán a aflorar viejos sentimientos en la ciclotímica estrella del destape.

Fama, dinero y éxito acompañaban a Sergio Arias (Adrià Collado) hace algunos años cuando triunfaba como galán en una serie de televisión y era el propietario de uno de los lujosos áticos de Mirador de Montepinar, escenario de su fugaz aventura amorosa con Maite que culminó con el nacimiento de Junior. Agobiado ante la enorme responsabilidad que debía asumir, el actor abandonó el inmueble, al que regresará arruinado tras haber invertido sus ganancias en negocios ruinosos. Su deseo de luchar por la paternidad de 'Ojos de pollo', el apodo que los residentes de Montepinar 7 han puesto a su hijo, dará un nuevo sentido a su maltrecha vida.

Cerrar algunos asuntos pendientes con su representada, Lola, llevará a Mario Vaquerizo hasta Mirador de Montepinar, lugar en el que se desencadenarán sorprendentes acontecimientos. Preocupado ante la acusada caída de las ventas debido a la crisis, Antonio Recio buscará desesperadamente la manera de revitalizar su negocio. Coque, por su parte, le sugiere que un anuncio de televisión protagonizado por un rostro conocido podría contribuir a incrementar la facturación de la pescadería. Tras descubrir al famoso agente en el inmueble, el mayorista de pescado congelado saldrá a su encuentro con un único fin: convertir a Vaquerizo en la imagen de "Mariscos Recio".

Una razón de peso llevará a Violeta Recio (Silvia Abril) a abandonar el psiquiátrico en el que se encuentra ingresada: prestar su ayuda a su hermano con el negocio. A pesar de la psicosis involucional delirante con desorden parafrénico agudo que padece, la inestable joven tratará de ser útil a la sociedad en esta nueva etapa de su vida, en la que convivirá con Antonio y Berta y buscará el amor durante su permanencia en el complejo residencial.

Empleada en la multinacional en la que trabaja Judith, Alejandra se encuentra en el punto de mira de un ERE que plantea llevar a cabo la compañía. Agobiada ante la responsabilidad de tener que prescindir de buenos profesionales, la pelirroja directora de Recursos Humanos de la compañía decide contratar a Amador como jefe de Personal para que se haga cargo de los despidos. El Cuqui comienza a despedir a algunas de las personas de la "lista negra" cuando queda prendado de la belleza y simpatía de la joven administrativa, a quien tratará de seducir a toda costa.

Apuesto, encantador y simpático: así es Ignacio, el director general de la compañía multinacional en la que trabaja Judith como directora de Recursos Humanos. Separado recientemente, el competente directivo se siente atraído por la atractiva psicóloga, con quien le gustaría vivir una apasionado romance.

Aquejada de múltiples achaques y continuas pérdidas de memoria, Marcelina está pasando la recta final de su vida en una residencia de ancianos, centro del que saldrá precipitadamente para aparecer por sorpresa en Mirador de Montepinar.