'El mal del trabajo' y los 'maid café', investigados en 'Fuera de cobertura'

Japón no es solo una isla físicamente, también lo es como sociedad. Cada día llegan desde el país del Sol Naciente noticias asombrosas sobre sus nuevas costumbres, modas y modos de vida. ¿Y si en realidad es el reflejo anticipado de lo que terminaremos haciendo en Occidente?

Alejandra Andrade aterriza en la capital del país nipón, Tokio, para explicar el lunes 20 de noviembre a las 22.45 en Fuera de cobertura las sorprendentes costumbres de una sociedad que parece anticipar la soledad y la individualidad del mundo futuro.

En su recorrido, Andrade descubre el problema del karoshi, el conocido mal del trabajo, donde todos los años se dan casos de personas que simple y llanamente mueren por trabajar demasiado, en un sistema que venera a los resistentes y donde los famosos salaryman viven por y para su empresa.

La reportera visita a la viuda de un afectado por este mal, que le cuenta su lucha por el reconocimiento de la causa de la muerte de su marido. Además, también comparte confidencias con un grupo de los mencionados hombres de cuello blanco, atrapados en una espiral de trabajo esclavo y soledad.

Y como dice el refrán, "de aquellos polvos, vienen esos lodos". Alejandra Andrade descubre que la extrema dedicación laboral tiene su efecto en las relaciones personales de los japoneses, que no encuentran mucho tiempo para cultivar amistad, amor conyugal o vínculos afectivos: empresas de alquiler de amigos por horas, reuniones de personas de mediana edad para hablar con sus robots, cafés donde poder acariciar gatos y todo tipo de locales con los más variados fetichismos sexuales, sin olvidar los maid café, en los que mujeres disfrazadas de colegialas se convierten en camareras-esclavas de los clientes.

Y es que, entre tanta soledad, Japón se erige como la sociedad más bombardeada por la industria del sexo más potente del planeta. Fuera de cobertura llegará hasta el fondo de la situación de esas maid girls, para poner en imágenes las sospechas: detrás de la inocencia de estos locales se esconden historias de mujeres explotadas sexualmente por las mafias, obligadas a prostituirse cuando las luces del restaurante se apagan.