Publicidad del PDeCAT en 'Le Monde' para callar las críticas el 'procés'

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, en una de sus últimas intervenciones públicas en Berlín.El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, en una de sus últimas intervenciones públicas en Berlín.

La corresponsal del diario Le Monde en España revela en un libro sobre el Le Mondeprocésque Puigdemont le aseguró en 2016 que estaba convencido de que podía hacer caer a Rajoy y añade que desde el PDeCAT le ofrecieron meter publicidad en su medio a cambio de que hablara bien del independentismo catalán.

En el huracán catalán es el título del libro en el que Sandrine Morel explica que ha intentado reflejar "la visión de una persona que, sin ser española ni catalana, ha asistido con tristeza y temor al crecimiento del odio dentro de una sociedad que hoy en día se encuentra terriblemente fracturada por un conflicto cuyas consecuencias aún resultan difíciles de valorar".

La periodista comienza el relato con el pistoletazo de salida del procés en 2012procés, con Artur Mas, y prosigue con el papel de ANC y Òmnium, la presión a los informadores, la escalada de tensión y la desobediencia masiva con la celebración del referéndum del 1 de octubre y la declaración de independencia.

Incluye off the record mantenidos con los protagonistas. Entre ellos, Sandrine Morel cuenta uno que mantuvo con Carles Puigdemont tras una entrevista "Estamos convencidos de que podemos hacer caer a Rajoy" argumentando a la vez que para él "esto es un duelo" y estaba "decidido a vencer".

En esa conversación, Puigdemont le hizo un diagnóstico de la situación y aseguró que Rajoy ya no mandaba en Madrid, sino que quienes de verdad llevaban las riendas eran José María Aznar y Soraya Sáenz de Santamaría. La autora precisa que ella no le veía ningún sentido a esta afirmación pero que, seguramente, el expresidente catalán trató de hacerle creer que era la derecha dura la que había tomado el control del Gobierno central.

En otra parte del libro explica la conversación que mantuvo en el bar de un hotel en Barcelona con un director de Comunicación del PDeCAT en junio de 2017. "Hablamos en un tono informal, acerca del referéndum del próximo 1 de octubre. Le expongo mis dudas sobre su legitimidad, sobre las garantías que pueden ofrecerse en el caso de una consulta organizada unilateralmente, sobre las consecuencias que entrañará retar a Madrid", expone.

Y prosigue: "Él se siente molesto ante mi escepticismo. Considera que estoy siendo demasiado crítica con el independentismo. Y me suelta una frase que me deja helada: 'Si compramos dos páginas de publicidad en Le Monde, escribirás lo que tus jefes te digan...' Al ver mi indignación, me responde avergonzado: 'Bueno, así funcionan las cosas aquí".

Otra de las conversaciones reflejadas en En el huracán catalán, quien se mostró convencido de poder "forzar" al Estado a negociar un referéndum, alegando que Convergencia era mucho más que un partido: "Convergencia es el país", aseguró.

Uno de los asesores de Artur Mas también le confesó poco antes de las elecciones de 2012 que preveía que se iba a producir un enfrentamiento y le advirtió de que "en los próximos años, esto va a ser Vietnam. Cataluña está a punto de convertirse en un lodazal".